La pomposa presentación del nuevo formato de la Leagues Cup , ya avalado por la Concacaf, resultó en un acto bochornoso para los involucrados. Desde la conexión de internet que utilizaron para realizar las videoconferencias posteriores, hasta el hecho de reconocer —lo que sin duda es lo más grave del asunto— que presentaron un proyecto que para mucha gente puede ser atractivo, pero del que no tienen ni idea cómo se llevará a cabo.
Y, si no, aquí la declaración de Mikel Arriola: “Los detalles de calendarización y de organización se conocerán más adelante”. Es decir, un anuncio a medias, en el que dejaron más dudas que respuestas concretas respecto a cómo es que lograrán hacer viable este torneo y que no sea solamente por el hecho de que jugarán todos los equipos de la MLS (27, que para 2023 serán 30), en contra de todos los equipos de la Liga MX (que no subirán de 18); es decir, un formato de 48 equipos participantes en un solo mes.
De lo poco que explicaron, hay cosas que no lucen tan interesantes para los equipos mexicanos. Esta reformateada Leagues Cup será clasificatoria para la Concachampions. Hay que recordar que, desde hace unos años, los clubes mexicanos no participaban en la fase de grupos (que después fue eliminada) y juegan a partir de octavos de final. Bueno, pues ahora el campeón de Leagues Cup va directo a octavos de final, pero ¿qué pasará si el equipo que levante este título ya es el campeón o subcampeón de la Liga MX? Una de las muchas incongruencias, desvalorizar a la propia Liga local.
Habrá juego por el tercer lugar, lo que no suele ser del agrado de los equipos. Y, entonces, el segundo y el tercero de la Leagues Cup van a clasificar al torneo previo de la Concachampions, que por ahora sólo juegan clubes centroamericanos y caribeños. ¡Vaya premio! ¿No sería mejor haber anunciado que el ganador se llevaría algunos millones de dólares?
Fue una reunión ambigua, sin contenido ni contexto. Estados Unidos recibirá en el año 2023, durante dos meses, 111 partidos de futbol: 80 de la Leagues Cup y 31 de la Copa Oro. Están hartando al público y, si piensan que será un éxito económico, solamente hará falta voltear a ver lo que pasó en Dallas en la pasada edición de la Copa Oro, cuando el partido México-Guatemala llevó solamente a 15 mil personas, muy lejano al promedio en Dallas, que es de 54 mil 800 aficionados por partido cuando se presenta el Tri. Saturación, porque si esta Leagues Cup se jugará como la Copa del Mundo, entonces serán 16 grupos de tres equipos, dieciseisavos, octavos, cuartos, semifinal, partido por el tercer lugar y final. Una barbaridad de partidos, aunque sea en Estados Unidos, porque no se puede imaginar un éxito económico de un partido, por ejemplo, Memphis vs. Juárez. ¿O sí?
Con este torneo acaban con los promotores no autorizados por Concacaf, esos que hacen partidos amistosos en vacaciones entre equipos mexicanos, sin que se beneficie Univisión y el área; es decir, una medida inteligente para sacarlos del mercado. También para los de la International Cup, que lleva pretemporadas europeas a Estados Unidos, porque será tal la saturación que no alcanzará el tiempo para ver tanto futbol.
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