Incongruencia absoluta la que muestra
en el trato a las selecciones más poderosas del área. Más allá del resultado de anoche en el Empower Field de Denver , hay un episodio que debe ser revisado y tratado frontalmente con Víctor Montagliani .
El entrenador de Estados Unidos , después de este estorboso torneo de la Nations League , ha decidido que sus jugadores estelares descansen, entre ellos el campeón de Europa Christian Pulisic , y no acudan a la Copa Oro , que iniciará en julio. Algo que tiene todo el derecho de hacer Gregg Berhalter , técnico de la bien armada selección estadounidense. El problema es México , al que le han impedido jugar Copa América , porque no mandaría a su cuadro estelar a Estados Unidos a participar en Copa Oro . Inentendible criterio de Concacaf.
A ellos sí, a México no, es el mensaje que están dando en estos días, sin darse cuenta. Una atrocidad, ya que México —además— inicia el torneo de la región el 10 de julio, mismo día que finaliza la Copa América . Es decir, bien podrían haber jugado los dos certámenes y no llenarse de partidos intrascendentes en el inicio del verano.
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La Concacaf entrega un premio al campeón de la Nations League de un millón de dólares, y 500 mil al segundo lugar. Mismas recompensas que se otorgan a monarca y subcampeón de la Copa Oro , muy lejanos a los 10 millones de dólares que se lleva el campeón de la Copa América . Es decir, ni por dinero conviene jugar este tipo de torneos. Sólo por participar en el campeonato sudamericano, tienen garantizados los equipos un monto de cuatro millones de dólares, el doble; sí, el doble del que da la Concacaf en sus dos torneos oficiales y al campeón.
Entonces, si no dejan a México participar en otros certámenes, por lo menos que paguen mejor en estos torneos, que dejan toneladas de dinero por ser en Estados Unidos; solamente entre ocho y 10 millones de dólares por partido en entradas, esquilmos, etc. Replantear los proyectos, las prioridades.
Concacaf
necesita a México como México necesita a Concacaf , pero deben tener un trato más igualitario, económicamente hablando. Enriquecen las arcas de las oficinas del área para ser tratados así. Desgraciadamente, es un mal que lleva aquejando muchos años al futbol mexicano y por eso ven a este tipo de torneos como estorbos, simplemente como estorbos. Pero —deportivamente— están obligados a ganarlos, como siempre, para tener la hegemonía del área más pobre del futbol en el mundo. Así, mientras los estelares de Estados Unidos descansan, los jugadores mexicanos a seguir en la gira estilo circo, por todo el país de quien ha despreciado la Copa Oro .
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