Pumas se debate entre la decepción y la trascendencia, entre el ridículo y la hazaña.
A cuatro jornadas de concluir el torneo, Universidad Nacional araña el último lugar del Play-In, con la ventaja de depender aún de sí mismo.
No le importa lo que Atlético de San Luis, Santos, Atlas, León, Mazatlán FC y hasta Querétaro realicen, mientras gane sus partidos o los mantenga a su debida distancia.
Ahora, con todo y esta ventaja, es vergonzoso el sitio en el que ahora se mueve.
Los universitarios se han caído dramáticamente, no son lo que prometieron al inicio de la competencia; están más cerca del abismo que de la salvación.
Ya hablamos del entrenador, sus equivocadas actitudes y declaraciones para ejercer liderazgo.
Efraín Juárez, en este crucial momento de la temporada, genera muchas dudas, no ofrece garantías para rescatar al equipo.
Cuidarse de los peores clubes de la Liga para que no te rebasen habla fatal de su gestión.
Actualmente, es más bravucón que técnico y —como bien se dice— “a las pruebas, me remito”.
Si queremos agregar algo más a su discretísima (si no es que fallida) dirección técnica, ahí están los casos de Aaron Ramsey y José Juan Macías, futbolistas que nunca tuvieron que haber llegado a la institución, pero se encaprichó en arreglar sus contratos.
Faltan 12 puntos por jugarse. Dos de los últimos cuatro partidos son bastante bravos, ya que salen como víctimas seguras, con todo y que uno es en casa: Reciben a los Xolos, en la Fecha 16, y visitan al Cruz Azul, en la 17. En la Jornada 14 reciben al Atlético de San Luis (esta noche) y visitan al León, en la 15.
Es el horizonte que ven los Pumas; está en ellos librar un rotundo fracaso.
@elmagazo






