La Cantera es una cosa del pasado, los tiempos han cambiado en el Club Universidad. Se acabaron las épocas de gloria de un lugar que le daba espacio a los jóvenes que querían debutar en la Primera División. Hace tiempo que ese “semillero” dejó de producir buenos jugadores, para convertirse en un simple negocio. Triste, pero real, y el ejemplo más cercano es el muchacho Rodrigo Parra, quien más allá del apoyo del técnico Efraín Juárez, es evidente que no tiene la debida preparación para ocupar un sitio en Primera. A sus 17 años, edad perfecta para debutar como profesional, no está para la gran responsabilidad y no lo victimicemos, porque en otros países existe un sinfín de casos de éxito a los 17 años; esta, será otra historia.
Pumas comparte su nueva filosofía, alejada de su base: comprar jugadores “experimentados”, de avanzada edad, para tratar de competir y con suerte ganar un título. Adiós a La Cantera, su historia, sus virtudes; bienvenida la compra de refuerzos de 35-38 años.
Primero Aaron Ramsey, galés de 34 años, que quién sabe cuándo se va a presentar, porque sale de una lesión; vacaciones pagadas. Después Keylor Navas, costarricense de 38 años por el cual se pagó una fortuna, para cubrir con urgencia el problema. Será muy Navas, mítico guardameta de Concacaf, gran internacional que venderá muchas playeras y será una mina de oro en el marketing, pero es increíble que no exista un guardameta con el potencial suficiente en las juveniles. Es penoso en lo que terminó la filosofía de este equipo.
@elmagazo