El pasado 10 de febrero la prestigiosa revista inglesa The Economist, publicó su Índice de Democracia 2021, en el que se advierte un retroceso en los indicadores democráticos de nuestro país. De 2020 a 2021 México pasó de ser una “democracia defectuosa” a ser un “régimen híbrido”.
El índice analiza desde 2006 cinco categorías -proceso electoral y pluralismo; funcionamiento del gobierno; participación política; cultura política y democrática; y libertades civiles- de 167 países, donde el nuestro ocupa el lugar 86.
Las puntuaciones califican a los diferentes países como Democracias plenas, Democracias defectuosas, Regímenes híbridos y Regímenes autoritarios.
Si bien nuestro país ha mantenido un retroceso paulatino de 2010 a la fecha, el significativo empeoramiento entre 2020 y 2021 se debe a que el presidente, su gobierno y su partido en el legislativo han amenazado abiertamente al árbitro electoral, a los medios de comunicación, a ciudadanos, organizaciones civiles y empresas.
Asimismo, la mayor crisis de violencia que recuerde este país y la participación activa de la delincuencia organizada en las pasadas elecciones, motivaron a la revista a sacar a México de las democracias defectuosas y posicionarla como un sistema casi autoritario.
Todo ello representa un duro golpe para nuestro país, para el gobierno de López, pero sobre todo, para los mexicanos.
Quienes nacimos y crecimos en un periodo en el que en nuestro país las elecciones eran una mera simulación, donde no existía libertad de expresión o de prensa y las libertades civiles estaban en riesgo constante, vivimos la transformación democrática de la última década del siglo pasado y la primera del actual, con una gran esperanza.
Pese a que la alternancia política no cumplió con los principales principios de la democracia moderna -igualdad de todos los ciudadanos frente a la ley, independencia de los sistemas judiciales del poder ejecutivo, transparencia y rendición de cuentas-, por años impulsó una transformación institucional que fortaleció el Estado de Derecho en México.
Lamentablemente, los retrocesos paulatinos que tuvimos de 2010 a 2018 se aceleraron de manera desmedida con la entrada de este gobierno.
En apenas 3 años el presidente López y su gobierno han violado una y otra vez normas sin alguna consecuencia, han erosionado las instituciones, desaparecido los mecanismos que permitían evaluar el desempeño gubernamental, facilitado las asignaciones directas, vulnerado el acceso a la justicia y favorecido la impunidad.
Una y otra vez López y su gobierno han aplicado a modo la ley, encarcelan personas, bloquean activos sin que luego exista una debida judicialización; permitieron que la delincuencia organizada ayudase a su partido a ganar elecciones a lo largo del país; evitado reaccionar y hacer cumplir la ley ante hechos delictivos; omitido investigar los miles de reclamos de violaciones graves a derechos humanos.
En los primeros tres años de este gobierno:
⁃ Superamos 70% y 100% los homicidios dolosos, comparado con los mismos periodos de los sexenios de Peña y Calderón respectivamente.
⁃ Se abandonó a las mujeres ante la peor ola de violencia contra ellas en la historia del país.
⁃ Se rompieron todos los récords en delitos cometidos con armas de fuego, al tiempo que los aseguramientos de estas han caído un 60% comparado con el sexenio anterior.
⁃ Vimos crecer un sin fin de nuevos delitos, así como el control de la delincuencia organizada sobre largas porciones del territorio nacional.
⁃ Superamos el número de homicidios de comunicadores, activistas sociales, políticos, respecto a los dos sexenios anteriores juntos.
⁃ En tres años las desapariciones de personas crecieron 120% comparadas con el total de personas desaparecidas de 1960 a 2018.
Mientras todo ello ocurre el presidente prefiere invocar “otros datos”, calla sobre los conflictos de interés y los posibles actos de corrupción de sus familiares, genera un incidente diplomático contra España y viola la ley de protección de datos y los derechos humanos de Carlos Loret de Mola, periodista que exhibió varios hechos probados de corrupción de los López.
¿Con su actuar el presidente llevará a que en 2022 México deje de ser considerado un régimen híbrido para convertirse en uno autoritario? posiblemente. Los incipientes logros que tanto nos costaron a los mexicanos para poder vivir en un Estado Democrático de Derecho se han evaporado muy rápidamente.
Tanto López como su gobierno olvidan que deben gobernar en pleno apego a la ley, para todos los mexicanos y que -todavía- México no es una dictadura.
Nos queda esperar para saber si los múltiples escándalos de corrupción de los López, las crisis económica, de salud, de seguridad y justicia, pegarán en la popularidad del presidente, la única métrica que puede llevar a que López corrija el rumbo y trabaje en favor de los mexicanos y no para favorecer la corrupción de familiares y aliados políticos.
@frarivasCoL