El pasado jueves 1 de julio el presidente López rindió un informe -otro más- de los avances de su gobierno a tres años de haber ganado la elección. En el acostumbrado tono triunfalista que lo identifica, López presentó un panorama de los avances de su autonombrada cuarta transformación. En aproximadamente 40 minutos el presidente en su discurso, titulado “3er Año del Triunfo Histórico Democrático del Pueblo de México”, celebró los múltiples logros -dixit- de su gobierno en salud, combate a la corrupción, desarrollo social, economía y seguridad.

Cuatro minutos con 37 segundos duró el espacio dedicado a la seguridad, 370 palabras para resumir la actual situación de seguridad del país. Si la duración de un resumen podría no ser tema, sí resulta lamentable la falsedad de declaraciones del mandatario, las imprecisiones y omisiones que en ellos vertió:

1.- Es de suponerse falso que el presidente no sepa que, según diversas fuentes oficiales y periodísticas, en su gobierno se hayan creado entre 10 y 30 nuevos grupos de delincuencia organizada. Si, como siempre ha insistido López, un presidente está informado de todo ¿no sabe lo que sus mismos funcionarios afirman acerca del crecimiento de la criminalidad organizada?

2.- De manera similar, es falso que en este gobierno se esté enfrentando “de manera más humana” a los cárteles y grupos delictivos. En este sexenio no han faltado confrontaciones entre fuerzas federales y delincuentes, aunque en contraste los decomisos, aseguramientos, las judicializaciones y sentencias condenatorias -acciones no violentas para hacer cumplir la ley- por delitos en contra de la salud, contrabando, tráfico de armas, piratería, trata de personas y otros delitos relacionados con la delincuencia organizada, han caído comparado con otros sexenios, al tiempo que hay evidencia de un desconocimiento sobre qué deberían hacer las fuerzas federales para reducir el poder de la delincuencia en nuestro país.

3.- Acerca de los datos de incidencia delictiva:

- Es falso que el homicidio doloso se redujo un 2% desde el inicio de esta administración. Si comparamos los primeros 30 meses de este gobierno contra los últimos 30 meses de la pasada administración, el homicidio doloso aumentó un 8.26%. Asimismo, si comparamos los primeros 30 meses de esta administración contra los primeros 30 meses del gobierno de Peña y el de Calderón, podemos ver que en este sexenio hay un 69.32% y un 115.72% más de homicidios dolosos, respectivamente.

- Es falso que el feminicidio haya crecido un 14% en el periodo expresado por el presidente, según datos oficiales este delito creció un 21.34%.

. Es falso que el secuestro se haya reducido en un 41%, este bajó un 19.66%.

- Es falso que el robo de vehículo se haya reducido en un 40%, este delito bajó 24.67%.

- Por lo que se refiere a la extorsión, el robo a casa habitación, el robo en transporte público los números son casi exactos (pero no tendrían por qué serlo), salvo que López omitió decir que estos -así como el secuestro y el robo de vehículo- bajaron o crecieron poco gracias a los 14 meses de confinamiento por la actual pandemia y no a una política pública particular.

Además el presidente olvidó hablar de aquellos delitos que han crecido de manera sustancial en esta administración como son el narcomenudeo, la trata de personas, las lesiones dolosas, la violencia familiar, las violaciones y que las personas desaparecidas pasaron de 40 mil a más de 83 mil.

4.- Las reuniones diarias no deberían ser consideradas un éxito de este gobierno ya que (a) la seguridad, la incidencia delictiva y la violencia no han mejorado a partir de ellas y (b) en corto, quienes participan, se refieren a ellas como un pésimo uso de tiempo y recursos.

5.- Otro gran ausente en este discurso fue la falta de resultados en la construcción de la Guardia Nacional; el debilitamiento de la Fiscalía General de la República, la erosión institucional derivada de los conflictos políticos entre el gobierno federal y los estatales, así como los enormes recortes presupuestales que han empeorado la capacidad de prevenir, reaccionar, perseguir el delito y reinsertar en la sociedad a aquellos que purgaron una sentencia.

En resumen, en las 370 palabras que el presidente López destinó a la seguridad hubo 6 declaraciones falsas, 4 imprecisiones, varias omisiones relevantes y ninguna verdad contundente.

Es lamentable que diariamente en las mañaneras el presidente mienta y ataque a adversarios reales e imaginarios, más lamentable aún es que 30 meses después del inicio de esta administración y a 3 años de haber ganado la elección, no haya ni un sólo resultado real ni rumbo en materia de seguridad para el país.

Todo ello nos lleva a suponer que al termino de esta administración delincuencia y violencia empeorarán y tendremos un Estado de Derecho aún más débil del que López recibió.

Director del Observatorio Nacional Ciudadano.
@frarivasCoL

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