Si comparamos los datos oficiales de la capital mexicana de 2020 contra los del año anterior podemos observar que todos los delitos -a excepción de violencia familiar y violaciones, que crecieron un 8% y un 4% respectivamente-, disminuyeron en rangos entre un 10 y un 60%.

Son varios los factores que influyeron en estos datos que invitan a pensar que en Ciudad de México finalmente algo está mejorando: una estrategia de cambio de cuadrantes por la Secretearía de Seguridad Ciudadana (SSC), mayores decomisos de drogas y armas, así como arrestos quirúrgicos de delincuentes y capos, mejora de la atención en la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y hasta el confinamiento que redujo de manera importante la movilidad y los delitos comunes.

Cuando es sabido por todos que en nuestro país los datos oficiales reflejan apenas un fragmento del total de delitos cometidos -México es uno de los países con la mayor cifra negra del mundo, por cada 100 delitos que se cometen, apenas 7 se investigan- en el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) nos dimos a la tarea de implementar una Encuesta de Victimización en Ciudad de México precisamente para:

⁃ Estimar, con representación por alcaldía, el total de delitos que sufrieron las familias en Ciudad de México en 2020.

⁃ Medir los efectos de la pandemia en la seguridad y el acceso a la justicia.

⁃ Conocer los niveles de delitos no denunciados y los no investigados por la autoridad.

⁃ Identificar las causas que inhiben la denuncia y de manera inédita, conocer que sí llevó a que una víctima denunciase.

⁃ La experiencia de las víctimas con relación a la autoridades, la percepción de su desempeño y de seguridad.

⁃ Destacar la eficacia en el acceso a la justicia e incluso las áreas de oportunidad en la comunicación que existen por parte de las instituciones hacia los ciudadanos.

⁃ Las características de víctimas y victimarios, días, horarios, zonas donde se concentran los delitos.

Estos y más hallazgos los daremos a conocer este miércoles 24 de marzo a las 12 horas en una rueda de prensa donde nos acompañarán la Fiscal General de CDMX, Ernestina Godoy, el Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García y el alcalde de Benito Juarez, Santiago Taboda.

Cabe destacar que la invitación se hizo extensiva a los 16 alcaldes y sólo Toboada en Benito Juárez decidió participar.

Esta es la encuesta más grande del mundo en la materia hecha por una organización de la sociedad civil. Este ejercicio se aplicó en las 16 alcaldías a 14 mil 391 viviendas y complementa el gran trabajo que cada año repite INEGI a nivel nacional y de áreas metropolitanas agregadas.

Entre los principales hallazgos podemos destacar que:

1. Se estima que 53.83% de los hogares fueron víctimas del delito lo que corresponde a 37,614 delitos por cada 100 mil habitantes.

2. La cifra negra de CD MX es del 92.6%.

3. 89% de los adultos mayores de 18 años, reportó sentirse inseguro en la ciudad.

4. Al momento de ser victima de un delito y presentar una denuncia, el 45% consideró haber recibido un buen trato por parte del ministerio público.

5. El 47% de quienes denunciaron reportaron haber tardado más de 4 horas en el ministerio público.

6. Las tres principales razones para denunciar fueron: 30.2% para que el agresor recibiese un castigo; 20.4% para recuperar los bienes robados; 18.8% por cuestiones de seguro.

7. Sin embargo, sólo en el 8.2% de las carpetas, el culpable se puso a disposición de un juez; sólo el 6.1% recuperó sus bienes y el 26.1% refiere que tras su denuncia no pasó nada.

8. Sobre las alcaldías podemos destacar que Iztapalapa es la de peor percepción de inseguridad -el 89.4% de los habitantes se siente inseguro-; Benito Juárez es la que tiene la mejor percepción de seguridad -sólo el 47.5% se siente inseguro-; Milpa Alta es la alcaldía con la tasa más alta de incidencia delictiva con 79,602 delitos por cada 100 mil habitantes; Xochimilco es la alcaldía con la menor tasa de incidencia delictiva con 26,525 por cada mil habitantes.

9. La alcaldía con mayor cifra negra es Milpa Alta.

10. Hay datos que exhiben que algunas formas de robo disminuyeron en la medida en que el confinamiento social se mantuvo, no obstante, no hay evidencia que la pandemia haya afectado significativamente la denuncia ya que sólo el 1.5% de los encuestados que no denunciaron un delito, tuvieron como motivo el temor al contagio en la agencia del MP, en el transporte público, etc.

La gran cantidad de datos que este instrumento facilita, debe ayudar a las autoridades a eficientar el trabajo y redoblar esfuerzos en mejorar la prevención, reacción, persecución del delito y presentar casos sólidos frente al juez que permitan la sanción del delincuente, el acceso a la justicia para la víctima y la reparación del daño.

La encuesta señala fallas importantes en la comunicación entre autoridades y ciudadanos, aspectos puntuales de fácil resolución que permitirían mejorar la percepción de la autoridad y de la seguridad en general.

Muy positivo que la mayor parte de los encuestados refiera haber recibido entre un buen y un excelente trato por parte de las agencias de ministerios públicos. A sabiendas que sigue siendo un reto los tiempos para la denuncia y los resultados, podemos hipotizar que si mejoran tiempos, comunicación y aumentan las detenciones y la recuperación de los bienes, Ciudad de México podría volverse un modelo a seguir para todo el país.

Lecciones importantes para los alcaldes -que en breve iniciarán sus campañas para la reelección del cargo- de la importancia de la seguridad, de acciones sencillas de urbanismo, alumbrado público, coordinación institucional que pueden ayudar a disminuir delitos y mejorar la percepción de seguridad.

No sólo desde el ONC invitamos a los alcaldes a participar en esta rueda de prensa, también les propusimos encuentros individuales para presentarles, alcaldía por alcaldía, los hallazgos y así puedan tomar mejores decisiones. Es lamentable que sólo en Benito Juárez mostraron interés y disposición.

Si no escuchamos la vivencia ciudadana, nos encajonamos en los datos oficiales -que representan sólo el 7% del total de delitos-, si omitimos analizar los patrones y perfiles criminológicos y victimológicos y no unimos esfuerzos entre ciudadanos y autoridades será imposible regresar a que nuestra capital tenga niveles aceptables de incidencia delictiva y violencia y revierta los desastrosos resultados que vemos en materia de seguridad y justicia a nivel nacional.

A mayor razón cuando en el resto del país las cosas siguen empeorando, cuando 2019 y 2020 han sido los años más violentos para México -y 2021 se perfila para mantenerse en dichos niveles-, cuando la peor crisis económica y el peor desempeño del gasto en seguridad definido por el Congreso y el ejecutivo federal llevarán al crecimiento de delitos en un contexto de menor capacidad de las policías y fiscalías locales.

Director general del Observatorio Nacional Ciudadano
@frarivasCoL

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