Hace unos días se llevó a cabo otra manifestación en la Ciudad de México para protestar por un fenómeno económico. Sin embargo, un grupo de esos manifestantes, utilizando vestimentas que evidentemente los delataban pues iban encapuchados, se desprendieron de la masa, atravesaron la Avenida Insurgentes hasta llegar a la Universidad Nacional Autónoma de México cerrada por vacaciones y, sin ningún motivo que lo justificara, vandalizaron el Centro Cultural Universitario.
La explicación que dio alguno de sus voceros fue que la Universidad era un símbolo del pensamiento conservador. Esta incongruencia no sólo cae por su propio peso, sino que es una muestra de la animadversión en contra de nuestra casa de estudios.
No es justificable, por ningún motivo, la realización de actos de vandalismo, pero si se quiere buscar figuras representativas de tal pensamiento destacan instancias como la bolsa de valores, entidades bancarias, empresas extranjeras o incluso instituciones de educación superior de carácter privado.
Los hechos demuestran por sí solos la premiación y el deseo de ofender a la Universidad. Siempre que ha habido movimientos estudiantiles de este tipo han sido organizados por grupos políticos, económicos o sociales interesados en crear una situación de inestabilidad que afecte a la principal institución educativa del país; muchas veces se ha visto con posterioridad a los dirigentes de esos movimientos ocupar cargos políticos y administrativos de gran importancia.
Es evidente la animadversión contra quienes hacen uso de la autonomía universitaria y manifiestan libremente su pensamiento a través de sus investigaciones y sus cátedras.
La UNAM tiene a su favor el prestigio moral y la autoridad ética para hacer frente a la fuerza bruta. Los universitarios que actualmente estudian y quienes enseñamos tenemos la obligación de unirnos en defensa de esta institución, para hacer que la Universidad Nacional Autónoma de México siga siendo, como ha sido hasta ahora, la casa de la libertad.
Profesor de la Facultad de Derecho, UNAM
