El ejercicio del periodismo es una labor que se desarrolla con gran pasión, toda vez que su esencia radica en el conocimiento profundo de temas que son de nuestro interés, en el que nos involucramos, desmenuzamos y vamos advirtiendo líneas de investigación hasta encontrar bases sólidas que nos refieran la realidad de un acontecimiento que consideramos debe de conocer la población a plenitud.

Para quienes nos gusta escribir sobre determinados temas, en mi caso, sobre democracia, elecciones y participación ciudadana, ha significado el estudio y actualización constante de dichos temas en los que he procurado exponer con claridad para que la ciudadanía tenga referencias y, sobre todo, pueda forjarse una concepción fundamentada, por ejemplo, de la importancia de participar en ejercicios democráticos.

El periodismo adquiere una dimensión justa cuando escribimos, como dijera un extraordinario académico y estudioso de estos temas, sin filias ni fobias, para que el resultado, que puede significar forjar algún criterio del lector para su toma de decisiones, sea con bases sólidas y no meras percepciones, ideas u opiniones sin sustento.

El escribir para un medio es una gran responsabilidad, primero porque un medio de comunicación alberga nuestra pluma, nos da el espacio para expresarnos y con ello, potenciamos uno de los derechos fundamentales que tenemos consagrados en la Constitución Política: la libertad de expresión. Pero es más la responsabilidad porque nos dirigimos a la población a quién, al final, nos debemos.

Un servidor empezó con primeros ejercicios en 1993, de ahí algunos medios de comunicación, suplementos y revistas han albergado algunos de mis artículos o ensayos periodísticos, todos ellos, dedicados principalmente a los temas en los que me he involucrado al menos los últimos 30 años desde distintas posiciones.

Para El Universal, empecé a escribir en el año 2006 de forma esporádica con algunas colaboraciones; recuerdo que mis primeros temas fueron sobre votación electrónica. Quien diría que más de 15 años después el tema sigue ahí, moviéndose lentamente por diversas inercias, sobre todo de carácter político, que no han permitido avanzar en la materia.

Fue hasta febrero de 2018 cuando se me invitó a colaborar de forma semanal en el Diario y que, en últimas fechas tuve la necesidad de escribir de forma quincenal. Desde entonces hasta ahora, en estos prácticamente 7 años tuve el honor y el gran privilegio de conocer gente muy profesional que fueron, de alguna forma, mis mentores en el ejercicio periodístico. Periodistas de gran calado que fueron pilares de dicho medio como Joel Hernández y Roberto Rock han sido mis mentores en el ejercicio del periodismo. Hoy El Universal con otros grandes periodistas como David Aponte Hurtazo y Carlos Benavides siempre apoyaron mis inquietudes y me permitieron expresar ideas y hasta propuestas.

Con el fin de abrir otros espacios en medios de comunicación agradezco a ellos su apoyo invaluable y el tiempo que me otorgaron en charlas, reuniones, desayunos y comidas para departir temas que han sido importantes en el desarrollo de nuestra nación. A todos ellos mi profundo agradecimiento y amistad de siempre.

Como profesor de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, me da gusto ver en el Gran Diario El Universal, diversas generaciones de egresados de esta casa de estudios, incluso alumnas y alumnos a los que les doy clase actualmente colaboran en dicho medio. A todos gracias por tu tiempo y dedicación.

A El Universal mi más profundo agradecimiento por el espacio. Estoy seguro de que nos seguiremos encontrando en las trincheras del ejercicio del periodismo.

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