Para quienes gustan del ajedrez no dejamos de sorprendernos con muchas similitudes entre este juego de estrategia montado en un tablero de juego subdividido en 8 filas y 8 columnas que forman 64 casillas y donde cada jugador, con 16 piezas cada uno y diversos movimientos específicos, pueden montar verdaderas batallas de forma previa y durante el desarrollo del juego, y su similitud con las estrategias que, generalmente, siguen partidos políticos y diversos actores políticos para alcanzar el poder público a través de las campañas electorales.
El año que entra en Coahuila se renovará la gubernatura, así como su Congreso local, en tanto que en el Estado de México se renovará la gubernatura. No obstante, estas dos entidades federativas han concentrado la atención por la enorme trascendencia que representan para el país por muchos motivos, entre los que expongo los siguientes:
Son elecciones muy significativas para que, quien logre el triunfo electoral, pueda llegar mejor posicionado a la antesala de la elección de 2024 en donde, además de un sinnúmero de elecciones locales y federales, se renovará la Presidencia de la República. Respecto a las gubernaturas, ambos se encuentran en poder el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Estas dos entidades cuentan con más 14.4 millones de electoras y electores, es decir, de 2.7 millones más de ciudadanas y ciudadanos que en las 6 elecciones en igual número de estados libradas este año.
De las 32 entidades federativas del país, la que concentra el mayor número de personas inscritas en la lista nominal es el Estado de México con más de 12.2 millones de registros, lo que la coloca con una fuerza electoral de más del 13.2% que, sumando los 2.2 millones de registros en los listados de Coahuila, estará en juego casi el 16% de la fuerza electoral del país.
Debido a estas y otras consideraciones, la similitud de las estrategias con el juego de ajedrez empieza a dirimirse de muchas maneras y se irá consolidando conforme avancen los meses, pero puedo apuntar algunas:
Los partidos políticos seguramente se encuentran analizando las diversas mediciones sobre la percepción respecto de las preferencias electorales que han aparecido públicamente en diversos medios de comunicación. Un ejemplo, lo encontramos en lo publicado por Consulta Mitofsky para el Estado de México que colocaba, por partido en el mes de junio, a Morena con un 33.7% de la simpatía electoral, seguido del PRI con un 15.8% y luego el PAN con un 15.6%. De aquí, las piezas de ajedrez apuntan invariablemente a que las alianzas electorales bajo las figuras de coaliciones serán fundamentales, así como de las personas que logren encabezarlas.
Establecidas las coaliciones, seguramente cada partido político que las integren irá conformando la planificación y estrategias para el convencimiento del electorado, así como las agresivas estrategias a través de mensajes que puedan posicionarse en el colectivo social a través de radio, televisión y, ahora, imprescindibles, redes sociales.
Las y los actores políticos participantes deberán ratificar o nombrar a sus representantes ante los órganos electorales, así como capacitar a un ejército de hombres y mujeres para que cubran las más de 20 mil casillas electorales que se instalarían en ambas entidades federativas, entre muchas acciones más.
Consecuentemente, las piezas del ajedrez político empiezan a moverse en la búsqueda de ir acomodando peones, alfiles y posiciones rumbo a la contienda electoral del año que entra; jueces y árbitros electorales harán lo propio y la ciudadanía, en su oportunidad podrá asistir a la casilla para poder votar por el partido político, coalición, candidata o candidato de su preferencia.