Nacido del cariño popular que se ha transmitido de generación en generación, ideología basada en un sentimiento propio que ha sido fortalecida por el arraigo que emana lo Hecho en México, formadora de ídolos nacionales; algunos nacidos en casa y otros que llegaron asumiendo el compromiso, la responsabilidad y el peso que lleva la camiseta para poder alcanzar ese reconocimiento: Chava Reyes, Tigre Sepúlveda, Jamaicón Villegas, Tubo Gómez, Cuate’ Calderón, Benjamín Galindo, Chepo, Yayo y Néstor de la Torre, Fernando Quirarte, Ramón Ramírez, Claudio Suárez, Bofo Bautista, Oswaldo Sánchez, Omar Bravo, Ramón Morales, Carlos Salcido y Chicharito Hernández han sido solo algunos de los tantos que lo consiguieron figurando en el club que encontró en el nacionalismo mexicano la oportunidad para convertirse en el equipo más popular del país.
Creado como su antítesis, con una filosofía que había sido diametralmente opuesta, importando a los mejores jugadores extranjeros; José Alves Zague (papá), Carlos Reinoso, Antonio Carlos Santos, Miguel Zelada, Claudio Piojo López, Iván Zamorano, Salvador Cabañas, Christian Benítez dieron fe de esta ideología, siendo Tena, Ortega, Zague (hijo) y Cuauhtémoc la excepción a la regla.
Tener la mejor nómina, construir proyectos deportivos cimentados en el poderío económico, cartera sobre cantera fue la idiosincrasia que los colocó como la mayor fuerza económica del futbol mexicano para darles la fama que los puso en el lugar de privilegio que hoy ocupan, argumentada en los “títulos internacionales” en un futbol que siempre ha priorizado el trofeo doméstico.
Como protagonistas del Clásico Nacional ambos cumplen con los tres factores que determinan grandeza; títulos, historia y sobre todo afición, que es la que los eleva a esa categoría. Mientras uno ha sido fiel a sus costumbres, respetando su tradición de jugar solo con futbolistas mexicanos, los otros han traicionado sus orígenes con la contratación de jóvenes que llegaron como “refuerzos” para debutar en Primera División o foráneos que marcan poca diferencia, distando mucho de las “bombas de mercado” que solían anunciar cada verano y que hoy generalmente apuntan a proyectos regios.
Coincido con el Pollo Briseño; Chivas ha mantenido su identidad, América la perdió hace mucho tiempo.