Cada semana, desde hace más de un año, todo empieza justo después de que publiqué.
Regularmente, los viernes empiezo a pensar de qué quiero hablar la próxima semana ; en ello, se me pasan algunas horas de los siguientes seis o siete días.
Después de decidir el tema, encontrar la cabeza de la columna lleva también un trabajo y no digamos escribir el cuerpo, la nota como tal, aunque —a decir verdad— en mi caso se va como hilo de media y siempre me hace falta espacio.
Esta columna se iba a llamar: “El mundo al revés”, e iba a tratar del México surrealista que somos.
Nos guardamos cuando los muertos diariamente eran 10 y salimos a las calles cuando, hace tres días, fueron 353. Del mismo modo, desaparece una Liga y surgen dos, una de Desarrollo y otra a la que le han llamado del Balompié. Sin embargo, leyendo “Vamos a volver” en una cuenta de Twitter, y pensando en Alemania que es donde reinicia la Bundesliga este fin de semana, llamó poderosamente mi atención que tal osadía fuera en México y específicamente en León.
Ya tenía tema: el regreso del futbol a un estadio en México, rompiendo todas las barreras y lineamientos del encierro. Así lo pensé en primera instancia.
La cabeza me daba vueltas para titular la columna: “Se los comió el León”, “Al León, con cariño”, (pensando en que hoy es Día del Maestro), pero en este mundo millennial, ni quién se acuerde de Sidney Poitier o de una manzana, para ellos en su día, con este confinamiento.
Podría llamarse, tal cual, “Vamos a volver”, pero —mientras escribo— no lo defino aún.
Compré mi boleto para llenar con el alma el estadio de León, que tiene un aforo de 31 mil 297 butacas. Pensé en que no iba a ir solo y les compré boleto a mis hijos, quienes están en Suiza. Le llamé a mi amigo Paco Peraza, al que no conozco, pero con quien he coincidido en Twitter, y le conté, sabiendo que iba a comprar su boleto, aunque le va a las Chivas. Menuda sorpresa fue que Paco viene con Mercedes, su esposa, y sus hijos (Yamila, de 13 años; Larissa, de 10; y Paco Toño, de 3). ¡Carajo! Jesús Martínez hijo, nos has reunido a todos. Los Peraza Vásquez vienen, cinco, desde San Nicolás de los Garza, Nuevo León; los Andere Candini, desde Lausana, Suiza. Leía que también Rafa Márquez, y la lista no tendrá fin.
Vamos a volver por México. Nadie debe quedarse fuera de este estadio. Virtualmente, cabemos millones. El futbol juega en la responsabilidad social.
Gracias, Jesús. Nos regresaste a todos la ilusión de volver a un estadio. Qué causa tan loable, qué virtud la tuya y la de tu padre, porque Pachuca duplica la cantidad que sumemos. Esta es el alma del futbol, color esperanza. Colosal.
@fernando_andere