Muy probablemente, los números de Paunovic en Tigres no fueron tan buenos como la historia reciente de ese equipo exige; muy probablemente, fueron poco convincentes para el plantel que tienen... Muy probablemente, la falta de conexión con su afición fue un factor determinante para el evidente rechazo que vivió. Lo cierto es que nada de lo anterior merece el golpe de estado que sufrió en sus últimos días al frente de un equipo que se dice grande, poderoso y ejemplar.
El término “tender la cama” en el futbol es sumamente popular cada vez que un director técnico pierde su trabajo por malos resultados, pobre funcionamiento y, sobre todo, desánimo del plantel. De inmediato, se hace alusión a que los futbolistas provocaron la crisis para impulsar la salida de su entrenador. Dentro de los equipos se maneja como una broma recurrente, al igual que dentro de los medios de comunicación. No es más que una conspiración dentro del plantel, en la que —incluso— se arriesga el prestigio grupal y/o propio, con tal de que se dé la salida del cuerpo técnico.
Tigres se encuentra en el ojo del huracán por este motivo. Muy rara vez se da la salida de un director técnico después de una victoria y la posibilidad toma fuerza una vez que el nuevo entrenador era el capitán del equipo en el último partido y 24 horas más tarde, fue presentado con todo y su cuerpo técnico, que no vivía en Monterrey.
Este equipo, tan controvertido y polémico, ha sido protagonista de escándalos recientes que es imposible desligar: El verano pasado, se acusó a Robert Dante Siboldi y su auxiliar, Miguel Fuentes, de vender información al Monterrey, respecto a la forma de juego, alineaciones y demás datos internos, además de una grave acusación por acoso hacia una de las jugadoras de Tigres. Todo esto, de acuerdo con el testimonio de ambos entrenadores afectados, a quienes presuntamente se les interrogó, se les impidió salir del lugar, se les incautaron los teléfonos celulares y se les amenazó. Tanto Siboldi como Fuentes ofrecieron múltiples entrevistas tras su salida del equipo, mientras que la institución nunca habló.
Existen diferentes versiones acerca de la salida de Paunovic, quien en su único torneo completo alcanzó los cuartos de final y, en el presente, dejó al equipo en tercer lugar. Por supuesto que cada club tiene la facultad de prescindir de sus empleados cuando quiera, pero las formas (que siempre llevan fondo) son sumamente importantes y más en una institución que presume ser clara.
¿Qué necesidad? A Siboldi le armaron un cuadro de desprestigio y a Paunovic le “tendieron la cama”, pese a que sus números y su conexión con la gente no eran los que desean en Tigres. Las bromas sobre la salida de los técnicos que no quieren en el plantel se vuelven realidad y el entrenador serbio lo comprueba hoy.
@felixatlante12 @felixunivision12