“Ódiame más”, les gusta difundir. “Ódiame más”, han querido convertir en su sello de batalla. “Ódiame más”, ha resultado una presunción. Porque América es hoy —de nuevo— campeón del futbol mexicano, tras un atípico y peculiar torneo, pero al ser el mejor en puntos, goles a favor, goles en contra y victorias, festejan que el resto del país los odie (aún más).
Cada nuevo campeonato que obtiene el América despierta infinitas reacciones en el futbol mexicano. Despierta odio, pero también envidia... Despierta odio, pero también admiración... Despierta odio, pero también sospechas... Despierta odio, pero también mentiras... Despierta odio, pero también horas y horas de tiempo aire, de páginas digitales, impresas y millones de reacciones en redes sociales.
América nos provoca animadversión desde su petulancia, al llamarse a sí mismo el más grande; desde su soberbia, al considerarse el más popular, y desde su insaciable manera de hablar del próximo título, mientras festejan el que acaban de lograr. De acuerdo a la historia, todo equipo representativo de las clases sociales altas debe dejar de ser sencillo para ser deseado.
Lee también Xavi Hernández revela la razón por la que Barcelona perdió ante América
América logró su título número 14, ante otro equipo muy controversial: Tigres. Nadie como las Aguilas, pero doblemente ruidosa la celebración, porque su acérrimo rival, Chivas, dejó escapar —contra los mismos Tigres, en su estadio— la posibilidad de empatarlas en 13.
Una semana antes de iniciar el torneo de Liga, no tenía director técnico, tras la renuncia de Fernando Ortiz. André Jardine, en ese entonces entrenador de San Luis, no era ni la primera, ni la segunda, ni la tercera opción, pero ante la desesperación, decidieron buscar al ganador de la medalla de oro.
“Ódiame más”, parece el objetivo muy orgulloso de todo americanista, y parece incrementarse con cada buen gol, triunfo, racha, récord y final alcanzada. Hay equipos necesariamente incómodos en cada Liga, pero necesariamente poderosos y necesariamente ganadores. Es el caso de esta institución que, como ninguna otra en México, genera incesantes reacciones.
Estudiantes, azulcremas, Cremas, Millonetas, Canarios, Águilas o como se le quiera llamar, es el equipo más ganador, con 14 campeonatos de Liga y cuatro más en la época amateur, entre otros muchos títulos. Es, sin duda, uno de los dos equipos con mayor número de seguidores, tanto en México como en Estados Unidos.
“Ódiame más”, parece decir cada aficionado americanista en estos días. Cinco años de espera parecen muchos para volver a ser campeón, porque son de aguantar burlas y descalificaciones. Si el objetivo es que les odien más por ser los mejores, pueden estar tranquilos.