Somos futbolistas, no dejamos de ser futbolistas y no dejaremos de serlo, sobre todo cuando nos identificamos con lo que sucede en alguna cancha del mundo a través de emociones y sensaciones que nos impiden ser ajenos.
El 27 de agosto murió en Sao Paulo el uruguayo Juan Izquierdo, luego de haberse desvanecido pocos días antes, en la parte final de un partido de Libertadores entre Sao Pulo y Nacional. Este terrible incidente nos sacude, nos impacta y nos solidariza de manera particular, porque si bien no existe lugar más pleno para un futbolista que una cancha de futbol, no existe tampoco un lugar más inesperado para dejar de vivir que la misma cancha de futbol.
Juan Izquierdo tuvo un paso breve por el futbol mexicano, durante el 2021 en del Atlético San Luis, antes de despuntar en Uruguay con Liverpool y Nacional. Su fatal incidente se dio en Brasil y bajo el marco del torneo más importante de clubes de América. Es decir, el continente completo involucrado en la tragedia de un destacado futbolista. Sin embargo, para nuestra sorpresa, no se guardó ni un minuto de silencio dentro de la jornada 6 de la Liga MX. Fue necesario que el técnico de León, Jorge Bava, dedicara 10 minutos de su conferencia post partido, en Tijuana, para recordar que un colega y paisano suyo, murió tres días antes bajo la total indiferencia del futbol mexicano (durante el resto de la jornada, varios futbolistas y equipos de Liga MX mostraron mensajes relacionados a Izquierdo).
Este congreso (y todos los que realiza FIFPRO) tiene como finalidad mejorar el futbol y contar con mejores condiciones para los futbolistas. No importa cuando, no importa donde… de eso se trata su vocación de servicio hacia el futbol desde hace más de un cuarto de siglo y por eso mismo quienes fuimos, somos y seremos futbolistas reconocemos su dedicación.
Todas las muertes de los futbolistas en la cancha tienen un sentido, de eso no hay duda. Hoy los médicos, la tecnología en los GPS que cargan los jugadores y el equipo de emergencia en los estadios hacen lo suyo. Pese a todas estas medidas, un equipo se encuentra de luto, una viuda se hará preguntas que nadie podrá responderle y dos pequeños niños (uno de ellos recién nacido) verán a su padre únicamente a través de YouTube.
Sí, todas las muertes de los futbolistas en activo tienen un sentido, y la de Juan, pocos días antes de este con greso, probablemente es un recordatorio para quienes somos futbolistas, no dejamos de ser futbolistas y no dejaremos de serlo. Un recordatorio de que somos fuertes pero frágiles, conscientes pero inconscientes y permanentes pero pasajeros.
El Congreso de Cancún 2024 ha sido una gran oportunidad para que los miembros de FIFpro América, de al menos 15 nacionalidades, continúen mejorando las condiciones del futbolista. El fallecimiento de Juan Izquierdo tiene al menos un sentido entre quienes asistieron, el de la lucidez a partir de la enorme inteligencia que cada uno en el evento posee para mejorar al futbol, a nuestro futbol… al futbolista, a nuestro futbolista.
Dedicamos un minuto de silencio para un jugador que, en algún lugar, espera que su muerte tenga algún motivo favorable para mejorar el oficio que tanto amó y que tanto amamos.
@felixatlante12
@felixunivision12