Ir al estadio es, probablemente, una de las experiencias que más he disfrutado en mi vida... Con mi familia, mis hijos, mis amigos, mi pareja y hasta solo. No importa el deporte, los contendientes, la trascendencia del partido, ni la ciudad, ni el clima, ni el número de aficionados. Ir al estadio vale la pena... Siempre y cuando no exista un riesgo latente.
En la Jornada 10 de la Liga MX se registró la peor entrada desde que, en 2012, inició bajo este nombre... Únicamente cinco mil 147 aficionados presenciaron el Puebla vs FC Juárez en el estadio Cuauhtémoc; dicen que la mayoría ingresó con cortesía. A su vez, la Selección Mexicana se presentó en Los Ángeles y Dallas a principios de septiembre, contra Nueva Zelanda y Canadá, respectivamente. Las entradas en ambos partidos, con estadios para 90 mil y 80 mil aficionados, no llegaron ni al 20% de su capacidad.
No es ni prudente ni atinado establecer la misma razón para la ausencia de los aficionados a los estadios donde se presenta la Selección Mexicana y los de la Liga MX. Sin embargo, ambos públicos se encuentran decepcionados por el espectáculo, los resultados y las muy desatinadas decisiones que se han tomado desde las oficinas.
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Y es que ir al estadio ha sido desde siempre una experiencia tan repetida como inédita, porque en el espectáculo algo sucederá... Algo. Sin embargo, la gente se aleja notoriamente en nuestro país y ante nuestra Selección, contrario a lo que sucede, por ejemplo, en la MLS de Estados Unidos y Canadá.
De acuerdo con diversas encuestas, los principales motivos por los que la afición ha decidido alejarse en México son: bajo nivel futbolístico, eliminación de ascenso y descenso, malas experiencias en los estadios, inseguridad en los inmuebles, otras opciones de entretenimiento, precios elevados en boletos, alimentos y bebidas, y horarios poco adecuados. Poco que reclamarle al aficionado, ¿cierto?
Puebla, Pumas, FC Juárez y Mazatlán FC tienen entradas que no rebasan los siete mil aficionados en sus estadios, durante este torneo. Análisis aparte merece el caso del América, que al dejar el Estadio Azteca no ha sido capaz de llenar el de la Ciudad de los Deportes, con capacidad para 34 mil, pese a recibir ya a Chivas y Pumas.
Hoy, acostumbro ir con mi pareja al estadio en México; sin embargo, en estos meses hemos decidido cancelar de última hora el plan, debido a la alta probabilidad de sufrir una agresión o atestiguar violencia. En este espacio, he manifestado el enorme grado de agresividad que representa aventar comida, bebidas o líquidos en la tribuna, y nadie es castigado. Los pleitos en la tribuna rara vez son atendidos por el personal de seguridad y, a lo sumo, se les retira del estadio. El Fan ID, que se nos pide a la entrada, no tiene el menor efecto, ni registro.
Ir al estadio es de las mejores experiencias en mi vida. Quiero continuar con esa tradición, pero también estoy convencido de que quiero espectáculo, competencia y sobre todo seguridad... ¿Usted no?
@felixatlante12
@felixunivision12
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