Así describió el ausente Lionel Messi lo acontecido en el estadio de Saint Etienne, dentro de la jornada inaugural del futbol en los Juegos Olímpicos París 2024. Y es que, por donde se vea, los múltiples errores cometidos por la organización y el cuerpo arbitral, durante Argentina vs Marruecos, son insólitos para una competencia de este nivel.
Quince minutos agregados por el árbitro sueco Nyberg, pero dejó seguir el partido después de esa cantidad, donde cae el gol del empate argentino. No termina el encuentro en ese momento, hay invasión de aficionados marroquíes, explosión de petardos. Se indica que los jugadores vayan a los vestuarios, se les informa que el partido no ha concluido; los regresan a la cancha hora y media después, se hace una revisión del VAR por probable fuera de juego, se anula el gol. Se reanuda el partido con un agregado de tres minutos más... Se juegan cuatro y, hasta entonces, el árbitro finaliza el partido con el triunfo de Marruecos, ya sin gente en el estadio. Insólito por donde quiera verse.
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En unos Juegos Olímpicos con el mayor grado de seguridad registrado, donde se revisa minuciosamente cada paquete, cada acreditación, cada ingreso y cada recorrido, fallan los protocolos, el criterio y la cordura apenas en el primer evento del primer día.
Prefiero conocer historias insólitas de los Juegos Olímpicos a manera de hazañas o curiosidades, y en 33 ediciones hay suficientes.
En un entretenido libro titulado Historias insólitas de los Juegos Olímpicos, Luciano Wernicke relata 400 acontecimientos increíbles. Los relatos son tan fascinantes como inverosímiles, pero —como podemos ver— no hace falta acudir al libro de Wernicke para recaudar anécdotas sorprendentes. Tan sólo en esta edición de París, se reúnen 10 mil 500 atletas de 204 países, más el equipo olímpico de refugiados y los atletas neutrales independientes. Es decir: 10 mil 500 historias individuales.
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Me quedo con un par de historias opuestas antes de iniciar oficialmente París 2024: Matthew Dawson (30), jugador de hockey sobre pasto australiano, sufrió una fractura del dedo anular poco antes de viajar con el equipo. Estaba descartado; sin embargo, decidió (junto a un cirujano plástico) por la única opción para poder competir: amputarse el dedo. Lo hizo y se encuentra ya con acreditación.
En contraparte, la jinete inglesa Charlotte Dujardin, máxima ganadora de medallas para su país (seis), se retiró de París, tras un video de hace cuatro años, en el que se le ve golpeando con un látigo en las patas a un caballo montado por un alumno suyo. Un abogado neerlandés le demandó. El escándalo le llevó a emitir un comunicado, donde acepta que cometió un error de juicio y anuncia su retiro.
Insólita es la manera en que arrancaron estos Juegos Olímpicos, con el bochornoso espectáculo en el Argentina vs Marruecos. De acuerdo, pero esperemos, ya que tendremos innumerables anécdotas insólitas. Disfrutémoslas.
@felixatlante12 @felixunivision12
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