En la construcción de los 100 objetivos trazados por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el trabajo de la sociedad civil organizada tiene un importante rol. Es quien se enfoca en la mejora de las comunidades y promueve la participación ciudadana.
Al trabajar directamente con los grupos más vulnerables y con necesidades plenamente identificadas y cuantificadas, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) permiten maximizar las acciones y políticas públicas. Así, las figuras no lucrativas van más allá de acciones filantrópicas confinadas a solucionar determinadas crisis.
Las ONG trabajan para promover el cambio social o político a gran escala, pero también localmente. Asimismo, desempeñan un papel crítico en las economías emergentes.
Aunque las entidades sin fines de lucro, independientes y voluntarias, no están ligadas al Estado ni a organismos intergubernamentales, persiguen propósitos de interés público y tienen como objetivo promover el bienestar general. Es decir, sus objetivos son análogos a los que detenta el sector gubernamental.
Dado que los principios de acción son la solidaridad y el bien común, ahora se convierten en aliados estratégicos del sector gubernamental al presentar iguales metas en gobiernos humanistas.
Esto no significa que la ONG busque reemplazar el trabajo y responsabilidades de los Estados y Organismos Internacionales. Sus acciones complementan la labor de la administración.
Simultáneamente, la sociedad civil organizada es clave en la lucha contra la pobreza, uno de los objetivos prioritarios en la actual administración gubernamental. Las ONG también representan una notable influencia para que las políticas públicas respondan a las necesidades e intereses reales de la sociedad civil.
Por otra parte, los objetivos de las asociaciones civiles guardan una gran similitud con los ejes de acción trazados en el actual sexenio. En ambos se consideran cruciales acciones como proporcionar asistencia humanitaria y apoyo de emergencia, promover el desarrollo económico y social, proteger el medio ambiente y los derechos humanos y educar y concienciar sobre cuestiones sociales y medioambientales.
Uno de los ejes del actual gobierno es la promoción de los derechos sociales, el bienestar y la reducción de la desigualdad, por lo que en la asociación civil organizada el gobierno encuentra un gran aliado en la consolidación de sus metas.
Ahora, la colaboración conjunta de las ONG con el gobierno puede adoptar distintas figuras. Algunas de ellas son las alianzas estratégicas o colaboraciones donde se comparten competencias claves. Generalmente tienen una temporalidad.
En las integraciones institucionales, por su parte, participan pocos actores que colaboran para un tema estratégico. En general es una alianza que tiende a la permanencia.
Otra figura que debe considerarse son las redes o plataformas. Están formadas por un grupo de organizaciones que comparten una preocupación o interés y que voluntariamente contribuyen con su conocimiento, experiencia o recursos para generar un aprendizaje compartido, actuar conjuntamente y conseguir un objetivo común.
Estas redes o plataformas representan el inicio de la relación Gobierno-Sociedad Civil. Una alianza que crecerá en impactos e importancia para consolidar un mejor futuro para el país.
Experto en asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.