Las elecciones judiciales en México siguen su curso. El 30 de marzo pasado iniciaron las campañas para ocupar los cargos de personas juzgadoras en este proceso electoral extraordinario.En esta etapa, las personas candidatas están habilitadas para expresarse públicamente sobre sus perfiles en torno al cargo judicial al que aspiran. Los actos de promoción de sus candidaturas tendrán una duración de 60 días.Naturalmente, la finalidad de ese particular proselitismo es que las candidaturas logren convencer a los votantes de emitir el voto a su favor el 1º de junio, día de la jornada electoral.

¿Qué pueden y qué no pueden hacer las candidaturas en esta importante fase?Desde luego, las personas candidatas pueden utilizar sus redes sociales para promocionarse. En estos días hemos visto una gran movilidad de contenidos en redes como X, Facebook, Instagram o Tik Tok, en las cuales muchos de los aspirantes incluso han tenido interacción con los usuarios a través de videos, fotografías o carteles digitales, algunas de ellos muy ingeniosos.

Las candidaturas también pueden realizar actividades académicas y entrevistas gratuitas. Esto significa que no pueden pagar la organización o realización de estos eventos, pero sí participar en ellas.Asimismo, pueden utilizar los tiempos de radio y televisión que les asigne el Instituto Nacional Electoral y hacer recorridos en los distritos judiciales en donde les corresponda ser votadas.Además, pueden entregar volantes o publicidades relacionadas con sus candidaturas, siempre y cuando éstas sean elaboradas con materiales reciclados.

Ahora bien, también es muy importante conocer las reglas que establecen lo que no se puede hacer. Pues en caso de incurrir en conductas no permitidas, los candidatos pueden ser objeto de sanciones por parte de las autoridades electorales competentes.Así, las candidaturas no pueden recibir financiamiento, público o privado, ni utilizar recursos públicos para hacer campaña.

Tampoco pueden contratar publicidad en redes sociales, radio, televisión o cualquier otro medio de comunicación y difusión social. Tampoco se puede hacer propaganda en el extranjero; ni utilizar mobiliario público o bardas para difundirla.Desde luego, todas estas reglas tienen distintas finalidades en el proceso electoral.

Entre ellas, destaca el deber de garantizar que la competencia se realice bajo los principios de certeza, equidad y, al mismo tiempo, se garantice la libertad del sufragio y la más nutrida participación de la ciudadanía. Ahora bien, ante estas nuevas formas de manifestación democrática y el novedoso escenario que se vive en estos días ¿Qué podemos esperar de estas campañas a jueces? ¿Cuál es su sentido?Definitivamente, se está generando un primer precedente, un ejercicio inédito en la historia de México.

Este hecho, por sí solo, implica perplejidades para los abogados porque no estamos acostumbrados a que, quien se encarga de impartir justicia, se exponga ante la sociedad a fin de acceder al cargo.Sin embargo, uno de los cambios más profundos de la reforma judicial es justamente ese: que quienes aspiren a ser juzgadores se pongan en contacto directo con la ciudadanía y recaben su preferencia, exponiendo su perfil y capacidades.Desde luego, la función que desempeñan los jueces es muy distinta a la función de los poderes ejecutivo o legislativo, cargos electivos tradicionales.

Pero esa es justamente una de las bondades de la reforma. Que la gente participe en la selección ahora de los funcionarios que tendrán la responsabilidad de resolver los conflictos.Este ejercicio podrá permitir la formación de una opinión pública sobre la justicia. Cada elector determinará qué personas son idóneas para encargarse de impartir esa idea de justicia que considere necesaria para nuestro país.

De esta manera, en estas campañas se construye la formación de convicciones en las personas votantes acerca de qué candidaturas representan una impartición de justicia sensible a las preocupaciones cotidianas de la sociedad.

Las campañas son un ingrediente fundamental de la reforma judicial porque empieza a hacer realidad la necesidad de ciudadanización de la función judicial, es decir, el empoderamiento de la ciudadanía frente a su poder judicial.

Mientras que a los aspirantes les permitirá concientizarse sobre las problemáticas que día a día realmente vive la gente en nuestro país.Estamos inmersos en un proceso electoral novedoso y ello conlleva una nueva manera de hacer democracia. Entendámosla, formemos nuestra opinión y elijamos a los mejores perfiles en esta inédita cita con nuestra democracia.

Magistrado Electoral del TEPJF

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