Preocupan los errores y equivocaciones de este gobierno. Si en vez de errores hubieran sido aciertos, la situación del país sería muy buena, y estaríamos encaminándonos a un progreso económico y consolidación de instituciones que nos llevarían a asegurar un excelente futuro.

Lamentablemente no es así. Desde que comenzó esta administración, ocurrencias sin sentido han invadido la vida pública.

No es difícil que en el 24, vuelva a ganar el Partido Morena. Quien ocupe la titularidad del Ejecutivo Federal, tendrá una tarea colosal enfrente.

Gobernar, pero también y ahí si cabrá lo del término de “transformación”, modificar muchas de las equivocadas políticas que ahora esta sufriendo nuestro gran país.

No es mi propósito referirme a todos esos yerros que menciono. Habré hoy solo a hacer alusión a una iniciativa presentada con la pretensión de añadir una fracción al artículo 121 de nuestra Constitución que por cierto esta celebrando su cumpleaños 105.

El propósito de esa adición es, según se señala en la exposición de motivos, regular la actividad notarial, y señalar algunos lineamientos que deberán satisfacerse en las legislaturas locales sobre este tema.

En principio, es indudable que esta pretendida reforma, atenta contra la vida interna de las entidades federativas, la falta de respeto a las soberanías locales ha sido una nota distintiva de este gobierno desde el nombramiento de los llamados delegados del Ejecutivo en cada entidad federativa.

Esta pretendida reforma constitucional, se aplaudiría en un régimen centralista. Santa Ana estaría muy contento. Ricardo Monreal uno de los senadores suscriptores de esa modificación, conocedor de la historia constitucional, estoy seguro coincide conmigo.

Además, dentro de ese lenguaje que afirma una cosa, pero en la práctica es diferente, como cuando se suspendió la construcción del aeropuerto en Texcoco para ahorrar, pero las indemnizaciones que tuvieron que pagarse por esa ocurrencia presidencial son superiores al costo del aeropuerto; de la misma manera cuando se dice se respeta la independencia estatal, pero se dan directrices que deben de cumplirse para la vida notarial.

Incluso, hasta señala la manera en la que han de ser los exámenes para obtener la patente y quienes serán los sinodales.

Asimismo, esa iniciativa, ordena que desaparecerán las figuras notariales de notarios adscritos, auxiliares, interinos, provisionales, suplentes, supernumerarios, u otra denominación. Así que solo podrá haber, en el orden local, los que la Federación está determinando.

Y no solo eso, sino que también viola derechos humanos, como principios contenidos en nuestro marco jurídico al determinar, de manera tajante, que al entrar esa iniciativa, en caso de ser aprobada, los notarios que hayan cumplido 75 años, tendrán un año para entregar su notaria, y congruente con esa ilegalidad, que para ser notario deberá de ser la persona menor de 75 años.

Lo dijo la ley federal. La local nada podrá hacer. Lloverán los Amparos, y no solo se vendrá un trabajo abundante para el Poder Judicial de la Federación, sino que además se exhibirá la falta de sensibilidad y madurez, de una institución que debería ser ejemplo de esas cualidades. Esperemos no se apruebe.

Para concluir, le pregunto a la senadora Olga Sánchez Cordero, que aparece como otra de las legisladoras autoras de esa iniciativa, en la que se determina el retiro de los senadores a determinada edad, si ella, quien el próximo 16 de junio cumplirá 75 años: ¿se retirará ese día?


Everardo Moreno Cruz
Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

Google News

TEMAS RELACIONADOS