A la memoria de mi amigo el Almirante Wilfrido Robledo Madrid.

Robert Ripley fue un periodista americano que en 1918 publicaba hechos sorprendentes o difíciles de creer. De ahí la expresión coloquial: “aunque usted no lo crea; esto es de Ripley”

Actualmente en nuestro gran país, ahora vivimos eventos que bien podrían exhibirse en los museos de Ripley. Lo que escribiremos es de Ripley es: “aunque usted no lo crea”. No he de repetir esa frase, pero a todo lo que se expondrá, le es aplicable.

Recientemente los senadores de la República en una carta en la que hubieron de haber intervenido varios legisladores, y pensado las ideas y conceptos que iban a firmar, afirmaron que quienes estuvieran en contra del actual Presidente de la República, eran traidores a la Patria, porque él la encarnaba.

Hablando de cartas, Claudia Sheimbaum, promovió una comunicación suscrita por los gobernadores de su Partido, hablando de acciones que consideran logros de esta administración. Hizo muy bien, el conocimiento de los candidatos a la Presidencia de la República, no está tan lejano.

Sin embargo, esa carta supuestamente apareció en respuesta a una investigación publicitada por el ahora internacionalmente conocido Carlos Loret de Mola. El periodista, no habló de las obras del gobierno, sino de la casa del hijo mayor de López Obrador.

Y al mencionarlo, manifiesto, que quien juró respetar la Constitución y las leyes del país, declaró que a los que cierren carreteras, no se les va a quitar, sino que se les preguntará cuanto perciben por la comisión de ese delito, para pagarles y que no lo hagan.

Precisamente en esta administración se estableció que esas conductas delictivas deberían ser sancionadas con severidad, y ahora por decisión presidencial serán remuneradas. Para justificar esa aberrante determinación, dijo que eso se hacía según él, en la siniestra época del neoliberalismo.

Ha dicho el Señor Presidente, que admira a Juárez, pero ha olvidado que ese ilustre mexicano manifestaba que la libertad de expresión es tan libre como el pensamiento.

Tan lo ha olvidado o quizá nunca lo supo, que desde hace varias semanas se ha dedicado a atacar, insultar y calumniar a los más prestigiados representantes de los medios de comunicación. Esa lista la ha encabezado Carlos Loret de Mola, a quien saludamos con aprecio.

Lo mismo ha hecho, entre otros, con López Dóriga, un comunicador escuchado y respetado, como con el brillante y valiente Ciro Gómez Leyva, les expresamos nuestra solidaridad, admiración y afecto.

En un país, con tantas carencias, se gastarán cantidades millonarias en un acto publicitario sui generis, la famosa revocación de mandato. Con lo que ahí inútilmente se erogará se podría entre otras muchas necesidades, atender a los niños enfermos de cáncer a los que desde el inicio de este gobierno no se les puede medicar.

Increíble también que a quien es presuntamente responsable de la comisión de un delito, como la actual Secretaria de Educación Pública, profesora Delfina, quien les descontaba una parte de su salario a sus empleados en la Presidencia Municipal de Texcoco, el Presidente la califique de una mujer ejemplar.

Hablando del Estado de México, lamento la renuncia de Alejandro Gómez Sánchez, Fiscal en ese Estado, funcionario él sí, con indudables cualidades cívicas. Termino haciendo mía la invitación al Presidente del destacado jurista mexicano Sergio García Ramírez, que apareció aquí el día de ayer, haga una pausa en su violencia y ataques cotidianos a quienes no lo aplauden.

Everardo Moreno Cruz
Profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México

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