Los tiempos, los modos y las formas han cambiado. Ojalá sea para bien del país, las modificaciones emprendidas por esta administración en distintos órdenes de gobierno nos dejan la convicción de que quienes decían, cuando era candidato el actual Presidente, que era él un peligro para México, fue una premonición acertada. Primero eran abrazos no balazos, ahora en vez de aplicarse la ley, a los delincuentes se les acusará con sus papás y sus abuelos. ¿Lo dirá en serio? para broma es de pésimo gusto y preocupante que se diga desde Palacio Nacional.
Mejor escribiré de los ciudadanos que han aspirado a ser candidatos a la Presidencia de la República, en tiempos pasados. En ninguna sucesión presidencial, como en la próxima, estaba de por medio no solo quien sería el titular del Ejecutivo, sino bastante más que eso. Seguir destruyendo lo construido, o reconstruir lo que se ha destruido.
Al finalizar el gobierno de Ernesto Zedillo, no obstante que se avizoraba que por la mala campaña del candidato de mi Partido, el resultado sería adverso, hemos de reconocer que en la oposición había un buen candidato; no existía el temor de que con la llegada de Vicente Fox, fuera a haber un rompimiento institucional contra el desarrollo del país. Lo mismo podemos decir cuando arribo a Palacio Nacional Felipe Calderón.
El triunfo de ese carismático priista Peña Nieto, que emprendió reformas importantes fue de la misma manera una transición sin mayores sobresaltos.
Y si miramos hacia atrás contemplamos que siendo como era el PRI una organización con una sólida estructura, quien fuera su candidato resultaría el triunfador. Así, asumieron la jefatura del Estado, hombres de talento, serios y apegados a nuestro marco legal. Pudieron obviamente cometer errores, sin embargo, el saldo de su obra es positivo.
Ahora se pretenden ignorar todas esas conquistas sociales en bien de la nación, pero la ignorancia mal intencionada, no impide que se reconozcan obras materiales e institucionales útiles para el progreso popular.
Felicito un anuncio de Fox hablando de algunas de sus realizaciones. Que importante que lo hicieran otros expresidentes. Desterremos el pensamiento de que la 4T es hacedora de la historia.
Nadie, en su sano juicio, que parece que es lo que ahora falta en las esferas oficiales, podrá negar lo hecho para el bien nacional por Salinas, de la Madrid, López Portillo, Echeverría, Díaz Ordaz, López Mateos, y quienes les antecedieron.
Teníamos un lugar respetable en el crecimiento comercial mundial, como en los principios enarbolados con gallardía en respeto a nuestra soberanía, y a la autodeterminación en el orden internacional.
Una reflexión final. La joven y distinguida secretaria de Gobernación, obedeciendo órdenes, envió una carta a la Suprema Corte de Justicia en un tono nada comedido, señalando un término para que respondiera, como si se estuviera dirigiendo a un director de su dependencia, preguntando por sus sueldos.
Confiemos le explique al Presidente, y entienda, que en México hay tres poderes, y que él es titular de uno de ellos, pero que no está por encima de los otros.