No he de referirme a su mandato como presidente americano que se distinguió por su capacidad para mantener la unión de ese país durante la guerra de secesión que ha sido el más grave conflicto vivido por nuestros vecinos, como tampoco a su espíritu progresista dictando medidas en contra de la esclavitud; además que es de reconocerse su apoyo a Juárez a través de su Secretario de Estado.

Me refiero a que le asistió plenamente la razón cuando en uno de sus memorables discursos expresó: “Puedes engañar a algunas personas todo el tiempo y a todas las personas algunas veces, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo”

Es esa afirmación una sabia aseveración que se puede aplicar en el servicio público a propósito de las declaraciones ocasionales de algunos políticos.

Es una frase que considero podemos aplicar a nuestra presidenta Sheinbaum. Concretamente me refiero a su expresión, con frecuencia repetida, de que López Obrador ha sido el mejor presidente que hemos tenido.

Esa muy generosa apreciación la vemos derrumbada cuando con motivo de la visita del Secretario de Estado de EU, Marco Rubio, entre otros tópicos, de los que nos enteramos, esta que se inconformó el funcionario estadounidense de la política proteccionista en favor de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.

Disposiciones emanadas en la anterior administración que ignorando los tiempos que se viven y, lo que es más grave, el Tratado de Libre Comercio suscrito con Canadá y los Estados Unidos, se pretende ignorar que en esos rubros puede intervenir capital privado.

También es aplicable ese pensamiento de Lincoln cuando se ha venido afirmando que hay que atender las causas de los hechos delictivos, como se pregonaba en el sexenio anterior con la verdaderamente torpe afirmación de “abrazos y no balazos”, lo que generó el desarrollo de la criminalidad y la inseguridad que padece México.

Situación que ha de llevar a que Estados Unidos, sin necesidad de hacer desembarcar tropas, actúe con mayor rigor, como se hizo en el caso del “traslado”, llamémosle así, a la sujeción de Ismael Zambada a tribunales extranjeros.

No es difícil que muchos compatriotas hayan y sigan creyendo en que esas medidas son acertadas, sin embargo, será solo por un tiempo y no muy largo cuando cada vez menos personas consideren correctas esas apreciaciones.

Por eso, y por muchas otras razones, es que la afirmación de que López fue un buen presidente, y el mejor, es totalmente equivocada y fuera de la realidad.

Como de la misma forma despertó críticas y deseo de que se corrija la prohibición al maíz genéticamente modificado.

Son también expresiones presidenciales equivocadas las frecuentes críticas a los gobiernos anteriores tachándolos de manera despectiva como neoliberales, sin tomar conciencia que son los momentos actuales que en el mundo se viven corrientes económicas diferentes a las que ahora se quieren imponer, hasta comercializándose café.

En lo personal no dudo de las buenas intenciones que animen a la Titular del Ejecutivo Federal, aun cuando muchas de sus acciones no sean según mi personal apreciación dignas de felicitación.

Por eso la frase con la que comienzo este artículo tiene aplicación, muchas de las actuales disposiciones oficiales carecen de razón, y en su momento histórico serán fundadamente reprobadas.

Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios