Que loable sería que desde la sede del Poder Ejecutivo Federal, se coordinara una campaña para prevenir con medidas efectivas, como el uso del cubre bocas, los contagios en la epidemia que ha costado varios miles de víctimas en el país.
Que digno de elogio hubiera sido, que el Presidente, en vez de mandarlos “al carajo”, hubiera acompañado a las víctimas en el lugar de la tragedia, y estuviera pendiente de la atención de los mexicanos que perdieron un ser querido o resultaron heridos.
Sin embargo, no es de esa manera, López Obrador tiene ahora otra prioridad, hacer triunfar a los candidatos postulados por Morena.
Nunca se había visto que el Presidente de la República se convirtiera en el coordinador de las campañas de los candidatos de su Partido.
En esas tareas electorales, sabemos que tiene experiencia, nada más que al estarlo haciendo como servidor público, comete errores e incurre en faltas a las leyes de la materia.
Entiendo que está nervioso, tiene razón. Independientemente de una encuesta que mencionó y que según la misma ocupa el primer lugar entre distintos dirigentes políticos del mundo, él sabe bien que su simpatía entre la población mexicana ha decaído sensiblemente.
Haber citado esa encuesta, nos lleva a recordar aquel refrán popular que dice “alabanza en boca propio es vituperio”, Frase certera, que solo se explica la haya expresado precisamente por el temor que siente para el seis de junio.
Su participación como coordinador de campaña de todos sus candidatos, le debe ocupar mucho tiempo, mismo que distrae de su trabajo de gobernar.
Finalmente que distraiga las tareas que son su obligación, puede ser positivo, si pensamos en su tren maya, la refinería de Tabasco, el aeropuerto Felipe Ángeles, y otras muchas ocurrencias que tanto dinero nos están costando, en detrimento de otras obras que deberían realizarse.
Sus conferencias mañaneras, se han convertido en una tribuna en donde ataca todo aquello que él considera se encuentra en contra de su 4T.
Su intromisión en la campaña como coordinador, es preocupante. Involucra en su estrategia para ganar, a toda costa, a la misma Suprema Corte de Justicia, y a la Fiscalía General de la República.
También sus preocupaciones le llevan a destruir verbalmente y amenazar con hacerlo materialmente, al INE y al Tribunal Electoral. Instituciones que son garantía para la vida democrática del país.
Otras declaraciones son también totalmente impropias y agresivas al afirmar que algunos Consejeros del INE son “antidemócratas” Apreciación que se ganaron por la sanción impuesta a un candidato que no cumplió con las obligaciones que señala la legislación electoral.
Por todas las decisiones que se han tomado en estos más de dos años de gobierno, estoy cierto que el Partido del Presidente no tendrá los mismos resultados que en las elecciones pasadas.
Es entonces, y lo que ahora escribo es casi una utopía, que el Presidente adoptara una posición madura, y se convirtiera en un auténtico Jefe de Estado, respetuoso de las instituciones, de los candidatos y fuera tratado como él lo fue en la campaña que culminó con su arribo al poder.
Es por México señor Presidente.
Everardo Moreno Cruz
Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.