A Joel Ayala, líder excepcional
El gobierno de la ciudad ha tenido Jefes, Gobernadores o Regentes, como se les quiera llamar, que han realizado obras importantes y de una gran utilidad.
Menciono a Ernesto P. Uruchurtu, a quien se le identificaba como el “Regente de Hierro”. Con él, la ciudad cambió su imagen, por los jardines y camellones de las principales avenidas que se veían siempre con flores; se construyeron más de 150 mercados; se ampliaron las avenidas Insurgentes y Paseo de la Reforma, entre muchas otras obras realizadas durante los 14 años que gobernó la Ciudad de México.
Le sucedió Alfonso Corona del Rosal. Durante su gobierno se construyeron e inauguraron las primeras líneas del Metro; regularizó colonias populares y se tendió una red importante de agua potable para esas colonias.
En el gobierno siguiente, la jefatura del gobierno de la ciudad la tuvo Carlos Hank González, quien para hacer más fluido el tráfico vehicular construyó los llamados ejes viales, útiles hasta nuestros días; se construyó también la Central de Abasto, como el Palacio de Justicia Federal.
No menciono a otros ciudadanos que presidieron esa responsabilidad, y que podemos reconocer fueron en términos generales útiles para la ciudad.
Ninguno de ellos tuvo la ocurrencia de la actual jefa de gobierno Clara Brugada, de convocar a una reunión con motivo de haber cumplido según dijo “100 días de acciones”. Sinceramente no entiendo la razón y el fin de esa costosa ocurrencia.
Mover a todas las personas que llegaron a escucharla debe de haber tenido un costo importante; las fotografías son testimonio de la importante cantidad de público. ¿Y con qué objeto convocar a los Alcaldes, diputados locales y otros servidores públicos a que escucharan lo que pretende hacer? Porque es obvio que hasta ahora no puede informar de realizaciones relevantes cuando apenas está comenzando su administración.
Entre las ideas que refirió se encuentra el establecimiento de 22 “casas de gobierno” en cada una de las alcaldías, según expresó para descentralizar el gobierno y acercarlo a la gente, sin embargo, para eso están las alcaldías establecidas desde el gobierno de Echeverría, cuando eran Delegaciones, y a las que se les dieron facultades para atender a los habitantes de su demarcación.
Esta ocurrencia será más costosa que si se le confieren mayores medios y recursos a las oficinas de las alcaldías para resolver los problemas, que los planteen.
Lo que se pretende es centralizar funciones y tareas para el propio gobierno central y fortalecer su presencia en la capital. Mentira que su pretensión sea descentralizar y que la gente esté cerca de quienes pueden atenderles. Para eso tenemos a los alcaldes.
Informó de la realización de diferentes obras sobre la movilidad de las personas. A propósito de este renglón, lo que gastó en los cientos de mantas colocadas en los pasos a desnivel anunciando su “informe”, en los miles de volantes repartidos y pegados en algunas casas y comercios, anunciando su reunión del pasado domingo, se hubiera dedicado a tapar los innumerables baches que están en casi todas las calles de la ciudad. No es exageración, la presencia de los baches, algunos de los cuales llevan varios meses, es de una cantidad como nunca la habíamos padecido los capitalinos.
Se maneja además una ocurrencia mayor, cambiar el escudo de la Ciudad de México que tenemos desde 1523. Tal parece que pretende cambiar la historia ante quienes solo podemos inconformarnos en reuniones o en los medios que nos permitan hacerlo, porque las decisiones de la 4T parece ser son inamovibles.
Profesor. Facultad de Derecho. UNAM