Este martes Adán Augusto López, coordinador de Morena en el Senado, presentó una iniciativa de reforma a la Constitución para impedir que el Poder Judicial pueda pronunciarse sobre las reformas a la Carta Magna, como respuesta a los juicios promovidos en contra de la reforma judicial recientemente aprobada en México.
La iniciativa, que contemplaba la reforma de los artículos 1°, 103, 105 y 107 constitucionales, despertó las críticas de organismos internacionales, expertos y promotores de derechos humanos, e incluso generó división dentro de la bancada morenista. El senador Javier Corral señaló que la iniciativa de reforma al 1° constitucional representaría una “contrarreforma en materia de derechos humanos”. Por su parte Ernestina Godoy, consejera jurídica de la Presidencia de la República, planteó también su desacuerdo con parte del contenido de la reforma. Frente a lo anterior, Morena retiró su pretensión de modificar el artículo 1° constitucional.
La modificación al artículo 1° representaba un claro retroceso en materia de DDHH, en tanto que eliminaba el control de convencionalidad mediante el cual todos los jueces deben realizar un control para asegurar que las normas que aplican del ordenamiento jurídico mexicano se ajusten a lo previsto en los tratados internacionales en materia de derechos humanos ratificados por México, la Convención Americana de Derechos Humanos, la jurisprudencia de la Corte Interamericana, y en general a todo el corpus iurs interamericano. Desde la reforma constitucional de 2011 en materia de derechos humanos y amparo, se amplió el contenido de nuestra Constitución a los derechos humanos contemplados en los tratados internacionales firmados y ratificados por México.
La propuesta en los términos presentados inicialmente, además de eliminar el control de convencionalidad, buscaba prohibir a la SCJN resolver las impugnaciones en contra de la reforma judicial, poniendo de manifiesto el riesgo que representa la existencia de un poder Ejecutivo que cuenta con una mayoría calificada en el Congreso y que por lo tanto no necesita llegar a un consenso con otros poderes, pero que además busca eludir los límites establecidos por el orden constitucional para reforzar su poder. Sobre todo, evidencia la necesidad de los pesos y contrapesos para la preservación de las reglas del juego democrático. Las mayorías deben decidir tomando en cuenta a las minorías, Habermas y Sartori destacan que “el corazón democrático de un parlamento está en la discusión”.
El debate es amplio, pues tiene como trasfondo la determinación del rol y el alcance del Poder Judicial respecto de si pueden los tribunales examinar la validez de las reformas constitucionales o no. La postura de la Suprema Corte no ha sido concluyente al respecto. A esa pregunta podría sumarse otra, que es si los legisladores -en tanto poder constituido que se debe a la Constitución que le ha otorgado las facultades para modificarla- tienen libertad irrestricta para cambiar aspectos fundamentales de dicho ordenamiento, como lo es por ejemplo la reconfiguración del Poder Judicial.
Es igualmente importante hablar de la responsabilidad que tiene la mayoría calificada de Morena de legislar para todas y todos los mexicanos, mediante un diálogo abierto, un proceso de reflexión y deliberación a la altura del mandato que el pueblo de México les ha conferido. La separación de poderes presente en nuestro sistema jurídico distribuye el poder del Estado en el órgano Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, con la finalidad de que ninguno de ellos pueda interponerse a los demás, protegiendo a los ciudadanos de posibles abusos de poder.
A pesar de que la propuesta inicial fue matizada, sigue en pie una reforma que busca implantar la improcedencia del juicio de amparo frente a reformas a la Constitución, con la finalidad de asegurar las iniciativas de este gobierno, aunque sea a costa de mecanismos de protección de los derechos de los ciudadanos. Los legisladores que hoy buscan cambiar la Constitución deben recordar que las mayorías no son mayorías para siempre, como tampoco lo son las minorías.
@EuniceRendon