Según diversas encuestas, tras la sustitución de Joe Biden por Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales, las preferencias electorales en Estados Unidos muestran una contienda muy cerrada. Mientras Harris cuenta con un mayor apoyo entre las mujeres, los jóvenes, sindicatos, la población afroamericana, y personas con estudios superiores, Donald Trump domina entre los hombres, blancos, veteranos, personas sin título universitario y una buena parte de la población mayor de 65 años. El grupo etario de entre 50 y 64 años, antes cautivo por Trump, parece estar dividido esta vez.
Estamos frente a una contienda en la que hay una gran mayoría de electores cuyo voto estará determinado por su afinidad con demócratas o republicanos, y un porcentaje menor de individuos que no han decidido su voto y apuestan a la mejor opción, de entre dos que no los convencen del todo. Los sectores más críticos de la sociedad se encuentran ante la disyuntiva de dar continuidad a un gobierno demócrata que no dio los resultados que se esperaban, o castigarlo y dar su voto a los republicanos.
El cambio de candidatura por parte de los demócratas inclinó la balanza para el lado contrario. Mientras que en el primer debate el deterioro y la falta de lucidez de Biden hizo ver a un Trump fuerte y seguro, este último frente a una Kamala Harris confiada, dinámica y preparada, hizo ver a un Donald Trump desmoronado, viejo y enojado. La mayoría de las encuestas señalaron a la demócrata como la vencedora del debate, hecho que aprovechó su equipo de campaña llamando a un nuevo debate al candidato republicano. Trump, consciente de su fracaso ante Kamala, declaró que no debatirá nuevamente.
El desempeño del candidato republicano en el debate fue bastante negativo, e incluso cínico, con datos y argumentos que se prestaron a burlas y críticas. Fue incapaz de enfocarse en temas como la migración o la inflación que hubieran podido desestabilizar a la candidata demócrata y ocupó su tiempo para atacar a Joe Biden, cayendo en las provocaciones de Harris, e inventando datos como que migrantes haitianos estaban comiendo perros y gatos en Springfield. Sin embargo, los resultados del debate no necesariamente influyen en el voto y preferencia de las personas. Los principales flancos de ataque del candidato republicano seguirán siendo la economía y el tema migratorio -señalando una política de puertas abiertas- y la presunta llegada de delincuentes, violadores y pandillas a territorio estadounidense, temas que se encuentran dentro de las principales preocupaciones del electorado.
Estamos en una época en la que las emociones y creencias personales tienen más impacto en la opinión pública que los hechos objetivos, donde la verdad se ha vuelto insignificante para una gran parte del electorado. Además, si bien las encuestas reflejan las preferencias de los estadounidenses con respecto a los candidatos, el sistema del colegio electoral de EU -donde el candidato con más votos no siempre gana- no permite prever con precisión el resultado de las elecciones. El sistema bipartidista ha hecho que la mayoría de los estados se inclinen históricamente hacia alguno de los dos partidos principales, dejando la decisión de las elecciones en manos de los pocos “estados bisagra” en los que ningún partido cuenta con una ventaja clara, como Nevada, Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia.
El voto latino será clave en la elección, representando de manera inédita el 14.7% del electorado. Las preocupaciones de la comunidad latina sobre la inflación y el desempleo podrían influir significativamente en el resultado electoral. Estados como California y Texas concentran la mayoría de estos votantes, seguidos por Florida y Arizona. El electorado latino será cada vez más influyente en las elecciones de Estados Unidos, ya que es una población joven que está alcanzando la mayoría de edad y sumándose al padrón electoral. Los siguientes meses serán cruciales para que ambos candidatos intenten cooptar tanto el voto latino como a los votantes indecisos para así lograr una ventaja.
@EuniceRendon