Esta semana se llevará a cabo la Convención Anual de la Industria Cárnica y se anunciará el relevó de la presidencia del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), la cual tuve el honor de presidir durante los últimos tres años.
El sector cárnico mexicano genera actualmente alrededor de 76 mil empleos directos y representa 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Esto demuestra claramente la importancia de este sector para la economía del país y el valor estratégico de fortalecer su desarrollo.
De 2021 a 2023 hemos sido testigos del gran compromiso y la resiliencia de cada eslabón de esta industria, desde los productores primarios hasta los distribuidores y responsables de los puntos de venta. La colaboración y el trabajo en equipo a lo largo de esta cadena han sido fundamentales para enfrentar desafíos importantes como lo fue el incremento de los precios de insumos vitales como los energéticos y granos como consecuencia de conflictos geopolíticos con impacto global.
A pesar de los grandes retos que se presentaron, México se consolidó como el sexto mayor productor de carne en el mundo y el sexto mayor consumidor de cárnicos con un consumo per cápita de 80 kilogramos al año. Pronto superaremos a Reino Unido en consumo y alcanzaremos la quinta posición.
Sin embargo, sigue existiendo un fuerte déficit entre la producción y el consumo en México. De las 10.4 millones de toneladas de productos cárnicos que se consumieron en 2023 en México se produjeron 8 millones. Este déficit se ha logrado subsanar gracias a una buena estrategia comercial de México al diversificar sus socios comerciales y con ello garantizar el abasto. Actualmente importamos 24% de la carne que se consume en el país -básicamente pollo y cerdo-. En la carne de res somos autosuficientes e inclusive logramos exportar el excedente de la producción.
Todos los socios y asociados del Comecarne creen firmemente que el fortalecimiento de la proveeduría nacional para producir más carne en el país de manera eficiente y sostenible beneficiaría a todos. A los consumidores, a los productores primarios y a las empresas.
Pero para ello se necesita trabajar en estrecha colaboración. Que todas las partes, autoridades, productores primarios, empresas transformadoras, academia, científicos, legisladores se sienten a la mesa a diseñar un plan ambicioso e integral para el desarrollo del sector.
Es necesario incrementar los presupuestos para fortalecer, reforzar e impulsar la proveeduría nacional, que se traduzca en el impulso a los pequeños ganaderos, apoyar el financiamiento para los proveedores nacionales, garantías para el otorgamiento de créditos, e impulsar la capacitación de especialistas para enfrentar los retos sanitarios. Otros puntos vitales son impulsar la innovación, desarrollo de tecnología y políticas públicas con enfoque sostenible.
Existen las condiciones en México para mejorar el ritmo de crecimiento de la producción. No obstante, se necesita un gran acuerdo de voluntades.
* Presidente del Consejo Mexicano de la Carne