El boxeo es el deporte más peligroso y complicado, además de ser el deporte mas solitario y el caso de no es la excepción.

Literalmente, lo abandonó su manejador y el promotor de la velada donde enfrentó a George Acosta el fatídico 21 de julio pasado, donde luego de caer por nocaut técnico, la vida le cambió por completo, pues pasó de ser un gran guerrero a estar literalmente debatiéndose entre la vida y la muerte, y desafortunadamente con una pésima y casi nula atención, donde la única persona que ha estado a su lado es su ángel de la guarda, su esposa Rosy, y Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, quién no solo ha ayudado, sino que está al pendiente de la situación.

Recientemente, conversé con Rosaura de Valencia, esposa de Edy, y me compartió las vicisitudes y el viacrucis que han tenido que enfrentar literalmente solos y en un país extraño para ellos.

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De hecho, mientras escribo este artículo, Rosy me mandó un texto informándome que internaron de emergencia a Edy por un cuadro severo de convulsiones, con esto les digo que Edy no está en un hospital, sino en un asilo en donde lo único que recibe es una cama y alimentos, pero no recibe absolutamente ninguna terapia ni atención médica, que dicho sea de paso son atenciones de vida o muerte por el critico momento y estado que vive.

La situación es tan delicada que, si no se atiende correctamente a Edy Valencia, inexorablemente el púgil se enfila a una vida vegetativa y no hay nada mas injusto que esto, pues Valencia cumplió con su parte como peleador y, como me dijo su esposa, desafortunadamente ni manejador ni promotor están cumpliendo su parte.

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Es por eso por lo que pido encarecidamente a todo aquel que lea este escrito, que lo comparta y que ayude a que la voz de Rosy de Valencia se extienda hasta que reciban la atención y el apoyo económico que merecen, pues como dije anteriormente, Edy cumplió y ahora es tiempo de que le cumplan a Edy.

El boxeo bendice enormemente en lo económico a unos cuantos, pero desafortunadamente la mayoría de lo boxeadores no son ricos y mucho menos millonarios; es por eso por lo que apelo a aquellos de la familia boxística que han recibido la bendición económica y que puedan apoyar a los Valencia en este momento de gran necesidad, no necesito publicar los nombres pues seguramente Dios se encargará de tocar el corazón de aquellos que estén listos para ayudar.

Mi corazón se encuentra apachurrado pues siempre he admirado a todo aquel que se sube a un cuadrilátero para ganarse la vida; apelo a lectores y a la familia del boxeo a que ayuden y contacten a los Valencia a través de la cuenta de Instagram @edy.boxfit para ayudarles con lo que sea, pues de verdad todo cuenta.

¡Raza ayúdenme a ayudar a Edy y Rosy Valencia!

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