Zitlalli (estrella) y Tepetl (cerro) son los vocablos del náhuatl que en conjunto significan: Lugar en el cerro de la estrella.
Ese mágico lugar llamado San Juan Zitlaltepec, ubicado en el corazón del Municipio de Zumpango, es el terruño donde hace 27 años nació uno de los boxeadores mexicanos más queridos de los últimos años… Emanuel “Vaquero” Navarrete.
Con un poder enorme en los puños que arroja un 81% de nocaut, 2 distintas divisiones conquistadas, 36 victorias, 1 derrota y 30 anestesiados es el récord profesional que hasta el momento ostenta el monarca de las 126 libras de la Organización Mundial de Boxeo, sin duda uno de los mejores, si no, el mejor peleador de las 126 libras hoy por hoy.
Emanuel Navarrete Martínez es el actual campeón de los pesos pluma versión OMB , sin embargo, la luz, el estilo, el carisma y el boxeo del guerrero azteca, le dan para que ya se hable de pleitos millonarios y de ensueño en las 130 libras, donde se barajan nombres de la talla de Shakur Stevenson y Óscar Valdéz.
En una reciente charla en San Diego, California con Navarrete y su equipo, descubrimos que la madurez que ha adquirido el hijo pródigo de San Juan Zitlaltepec, es enorme, “El Vaquero” se refirió con enorme tacto e inteligencia a tópicos delicados, como las baratas e infundadas críticas a su estilo o a su físico, o la enorme insistencia de su siguiente pelea, Navarrete sin duda alguna, no sólo sabe asentar bien sus golpes, también tiene muy asentados los pies en la tierra y vive rodeado de un muy pequeño equipo, donde sobresale la humildad y el trabajo.
Refiriéndose a las críticas a su único estilo, Navarrete me dijo lo siguiente” “Yo se que mi estilo le puede parecer apestoso a algunos, pero a mí me funciona y sigo siendo campeón mundial”.
Cuando abordamos el tema de la posibilidad de enfrentar a Shakur Stevenson, dijo lo siguiente: “No sé si Shakur me aguante un golpe, o si me va a noquear, lo cierto es que voy a salir a matar o morir, cuando lo enfrente”.
No cabe duda de que Navarrete vs Stevenson, sería un combate millonario y de alarido, donde los 2 tan distintos estilos, nos brindarían una noche de antología.
Durante la amena charla también hablamos de la posibilidad de enfrentar a otro guerrero mexicano con 2 divisiones conquistadas como Óscar Valdéz, y Navarrete se mostró abierto a chocar con el orgullo de Nogales, advirtiendo lo siguiente: “Si hay buen billete y las condiciones son favorables para los dos, sin duda estaría encantado de pelear con Óscar Valdéz”.
Yo anticipo que, de darse este tiro, estaríamos en presencia de una de las históricas guerras entre mexicanos, una vez más, los estilos se prestarían para una “guerra a la mexicana”.
La última víctima de Navarrete fue un guerrero de Mexicali llamado Eduardo Báez, un peleador que nunca había sido noqueado, y mismo que recibió su primer nocaut en los poderosos puños del “Vaquero”, en una pelea que al principio se le indigesto al monarca de las 126 libras, pero que a la postre resolvió como campeón con un gancho al hígado perfecto y letal que dejó paralizado a Báez en la lona.
Curiosamente Navarrete terminando su combate dijo lo siguiente: “Sí, fue un gancho al hígado, un golpe que no practico mucho, pero esta noche me salió muy bien”, ese es Navarrete, espontaneo, humilde, sencillo, vamos, Navarrete siempre es Navarrete, nada más ni nada menos.
En las 126 hay grandes peleas unificatorias para Emanuel, ahí están Rey Vargas (CMB), Leo Santa Cruz (AMB), Leigh Wood (AMB) y Josh Warrington (FIB).
Además de la posibilidad de una tercera pelea ante Isaac Dogboe al que derrotó en 2 ocasiones y al que le arrebató el cetro 122 libras de la OMB, o incluso el cubano Robeisy Ramírez.
El futuro luce prometedor para Emanuel “Vaquero” Navarrete , un peleador que tiene que estar consiente de la importancia de su nombre y legado para el legendario boxeo mexicano.
De aquí en adelante, Navarrete sin duda tiene que exigirse más día a día en sus siguientes preparaciones, para conservar ese estilo único e indescifrable hasta ahora, que le permite tirar golpes literalmente de todos lados, pero que, sin duda alguna, con un agregado en lo físico lo convertiría en una maquina de boxear cercana a lo invencible.
¿Contra quien les gustaría ver a Navarrete?