Los Ángeles, California, fue testigo de la presentación del combate plagado de morbo entre Jake Paul y Julio César Chávez Jr. Debo reconocer que esta tan criticada pelea vende, y lo hace por dos razones muy claras:
- 1. Ver caer noqueado a Jake Paul.
- 2. Ver en qué condiciones llega Chávez Carrasco.
A mí, en lo personal, me da un enorme gusto que la vida le brinde otra gran oportunidad a Julio César Chávez Jr. Esta chance de levantarse nuevamente y, de paso, embolsarse una fuerte cantidad de dólares, no puede ser desperdiciada. Julito, nuestro primer campeón mundial mexicano en peso mediano, enfrenta tal vez la pelea más difícil de su vida. Y no precisamente por el rival, sino porque, con casi 40 años cumplidos, esta podría ser su última oportunidad real en el mundo del boxeo.
Siempre he gritado a los cuatro vientos que mi persona favorita de la familia Chávez Carrasco es el Jr. Julio tiene un trato afable, es educado, desprendido y buen amigo.
Chávez Carrasco ha enfrentado a sus peores demonios y, además, ha cargado con el peso de la fama de su padre y la propia. Ha vivido también la peor época del gran campeón mexicano: su padre.
Es bien sabido que los Chávez han librado batallas contra las adicciones, pero eso no le da derecho a Jake Paul a llamarle “cocaína” al hijo de la leyenda. Eso es cobardía pura. Lo personal no se mezcla con lo profesional.
Jake Paul no sólo faltó al respeto a Julito, sino a toda la familia Chávez, al responder una de las preguntas más estúpidas que he escuchado en casi 30 años de cubrir este deporte. La cito textual:
—Jake, ¿qué apodo le pondrías a Julio?
—Cocaína.
La despreciable pregunta y la aún más despreciable respuesta ocurrieron durante la conferencia de prensa en tierras californianas. Ambas fueron corrientes, vulgares y de muy mal gusto.
Ahora bien, hablando estrictamente de boxeo, Jake Paul llega con récord de 11-1 y 7 nocauts. Su última “gracia” fue enfrentar, en noviembre pasado, a un Mike Tyson que ya se encuentra en plena tercera edad. Por su parte, Julio César Chávez Jr. tiene una marca de 54-6-1 con 34 nocauts. Su última pelea fue en julio de 2024 contra un completo desconocido como Uriah Hall.
Chávez tiene que noquear a Jake Paul y ubicarlo en su realidad. Pero si The Problem Child llega a vencer a Julio, no sólo lo retirará: también se ganará un lugar legítimo en el boxeo, pues habrá derrotado a un verdadero peleador. Sí, con mil problemas, pero al final, un excampeón mundial.
¿Qué pasará el próximo 28 de junio?
¿Julio le tapa la boca a Jake Paul?
¿O Jake Paul nos tapa la boca a todos?
@ErnestoAmador