De trato afable, siempre con una sonrisa, dispuesto a jugar en equipo, el mejor amigo y camarada sin duda, sin embargo, arriba del cuadrilátero se transformaba en uno de los más fieros guerreros que yo recuerde haber visto pelear, tres de sus guerras ante Rafael Márquez fueron peleas del año, sí, hablo de mi Israel Vázquez, de mi “Magnifico”, uno de los hombres más importantes en mi vida, ese que pasó de ser mi ídolo, a ser mi entrañable amigo y hoy mi hermano del alma está luchando contra el maldito cáncer y necesita de todos nosotros, pues pareciera que la batalla es de un supergallo (dónde reinó) contra un peso pesado, pero confío en Dios y siempre diré… Dios en mi esquina y espero esté en la de Israel.
Durante casi los 8 años que trabajé en Univisión Deportes tuve la fortuna de tener como comentarista en Solo Boxeo a Vázquez Castañeda y sin temor a equivocarme lo puedo definir con una sola palabra: BONDAD.
Durante años de éxitos, sinsabores y uno que otro desprecio por un “jefe” de apellido Martínez, Israel y yo nos fortalecimos en amistad y hermandad inquebrantable como un puño cerrado, luego de Univisión trabajamos en varios lugares instalándonos como una de las parejas favoritas para la Raza en el boxeo, pero lo más importante es que nuestra amistad y hermandad creció de manera desmedida hasta convertirse en mi familia, literalmente por Israel solo siento amor y admiración.
La noche del jueves llegué a Puerto Rico para narrar el regreso de Subriel Matías en una velada de peleas de boricuas frente a aztecas y la sensación de saber que mi pareja de narración no sería Israel Vázquez como en antaño, me sumió en una profunda tristeza, pues mi hermano se encuentra postrado en una cama muy disminuido de salud, luchando contra el cáncer y la esclerosis sistémica, Israel ha perdido las facultades para caminar, pero lo que nunca perderá es su espíritu indómito, su esencia y esa esencia es y será siempre de guerrero azteca, sí, el chintololo, tiene corazón de campeón, así se mida de tú a tú contra el maldito cáncer.
No es nada fácil para mi escribir estas letras sabiendo que mi amigo del alma la está pasando mal, pero lo hago con la enorme convicción de que este escrito tocará almas y despertará conciencias, mismas que unidas seguramente ayudarán a Israel de una u otra manera, ¡créanme, Israel nos necesita!
Mauricio Sulaimán y Eddy Reynoso han estado muy al pendiente del ex campeón mundial supergallo, pero independientemente de lo que algunos ya han aportado, necesitamos que la comunidad boxística se una en nombre del orgullo de Azcapotzalco.
El Consejo Mundial de Boxeo creó un GoFundMe (https://www.gofundme.com/f/stand-with-israel-vasquez-against-cancer) para ayudar al “Magnífico” Vázquez, y yo les pido encarecidamente que ayuden con lo que puedan, pero sobre todo que se unan en oración por su salud.
Creo fervientemente que si Israel en un momento se levantó de la lona para noquear a Johnny González, venció brutalmente al “Chololo” ante todo pronóstico y ante Rafa Márquez nunca se rajó, se que nuestro Israel no se va a rajar y quizá Dios lo levanta de la lona para noquear al cáncer.
Mi Figura, mi Israel, mi Magnífico, sabes que te quiero como a un hermano, por favor sigue tirando madrazos, no permitas que te paren la pelea, porque no sabría vivir sin tus bromas y sin tu amor de hermano, ¿quién me va a decir la mosca si tú no estas?, y recuerda que Laura y tus hijos necesitan a su campeón, ¡se que vas a levantar la mano querido amigo!