El sábado, 19 de abril, quedará marcado en como la noche que consagró a la campeona indiscutible de las 112 libras y puso a una peleadora mexicana en su verdadera dimensión. Gabriela Fundora está, hoy por hoy, muy por encima de todas las peleadoras de su división. Sencillamente, la dulce veneno es de otra galaxia.

Amante confesa de la saga de "El Padrino", con sangre mexicana y una vida entre lo campirano y lo ermitaño, Gabriela Fundora no solo está dedicada al boxeo: está completamente enfocada, con la mirada puesta en la grandeza. De seguir por este camino, no cabe duda: la "chamaca" del Valle de Coachella terminará su carrera con un lugar asegurado en el Salón de la Fama.

Oceanside, California, fue testigo de su más reciente demostración de poder. Gabriela literalmente aplastó a Marilyn Badillo una mexicana invicta hasta ese momento en una pelea que, desde el primer campanazo, mostró una diferencia abismal en niveles.

Badillo, valiente pero sin recursos, terminó rindiéndose con un “no más” que lo decía todo. Ya no quería saber nada del combate, ni de Fundora.

Un 50 por ciento de nocaut en el boxeo femenil es algo brutal e inusual. Y Fundora camina invicta con marca de 16-0 y 8 rivales anestesiadas. ¡Simplemente impresionante!

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El estilo de Gabriela Fundora es único. Es muy respetuosa y nunca cruza líneas con sus rivales, pero si alguien se atreve a cruzarlas con ella como lo hizo Badillo lo paga carísimo en el cuadrilátero. Podríamos decir que Fundora es “implacable en el combate y generosa en la victoria”.

Hoy, los hermanos Fundora son únicos, pues los dos son campeones del mundo. Sebastián es monarca unificado del CMB y la OMB; Gabriela, campeona indiscutible, conquistó esta hazaña como la más joven en la historia del boxeo. Una familia fuera de serie, guiada por un gran líder: su padre y entrenador Freddie Fundora, buen amigo y hombre cabal.

Comparto con los Fundora esa fascinación por "El Padrino". Y aprovecho este escrito para citar una de mis frases favoritas de esa obra maestra del cine, aquella que Marlon Brando inmortalizó como Vito Corleone: “Les haré una oferta que no podrán rechazar”.

Y la oferta es simple: no se pierdan, a partir de hoy, la carrera de esta jovencita espigada que domina su categoría… Y quién sabe cuántas más. Una fiera en el encordado, pero la más dulce abajo del ring.

Ella es la dulce veneno, la peleadora que recientemente paró en seco a una mexicana que no supo medir el peligro que representaba la grandota de Coachella.

Su nombre… Gabriela Fundora.

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