Más de diez y ocho mil almas colmaron el Honda Center el pasado 6 de Julio, en un evento boxístico que se celebró en el marco de una de las más grandes celebraciones en los Estados Unidos como es la semana del 4 de Julio.

El Honda Center, arena situada en Anaheim, California, fue testigo de una noche inolvidable, la casa de los Anaheim Ducks, no solamente lucía pletórica y repleta, la arena literalmente parecía un manicomio boxístico por los alaridos del público ahí reunido que generaba indescriptibles emociones, que seguramente nunca olvidaremos los que estuvimos presentes la noche en que Nate Díaz y Jorge Masvidal chocaron en boxeo, en lo que se llamó “The Last Man Standing”.

En mi experiencia, literalmente pegado al encordado, hubo un muy buen nivel de combates, pero sin duda alguna la magia provino de una producción de altísimo nivel de Fanmio y Van Wagner, literalmente un evento de producción “hollywoodesca”, ¡10 de calificación!

¡Aguas con Curmel Moton!

Con tan solo 18 años, diez y ocho campeonatos nacionales en los Estados Unidos, Curmel Moton es un peligro para cualquiera en las 135 libras, el originario de Salt Lake City, avecindado en Las Vegas, camina con 4-0 y 3 nocauts y por si fuera poco es el protegido de Floyd Mayweather Jr. ¡Este chamaco destrozó a un ruso que le doblaba la edad en menos de lo que canta un gallo!

¡Guerra de familias!

En lo que parecía una guerra entre los Capuleto y los Montesco al estilo de Romeo y Julieta, los Vargas y los García no peleaban por un romance, peleaban por el honor, y Amado Vargas hijo del “Feroz”, salió con todo desde el primer campanazo para buscar arrancarle la cabeza al hermano de Ryan García, Sean, quien sucumbió ante los violentos y mal intencionados embates del de la dinastía de los Vargas, “El Feroz” Vargas, Fernando Jr, Amado y Emiliano estuvieron como una familia de patos, unidos en todo momento.

En la otra esquina, Henry, Sean y Ryan García, quien a pesar de toda la polémica que lo acompaña, decidió presentarse en la arena para apoyar con todo a su hermano menor, a quien no le alcanzó, pero que se rifó como un valiente, pero al final, festejo de los Vargas.

¡Viejos los cerros!

Evidentemente no podemos decir que Nate Díaz y Jorge Masvidal son unos mozuelos, es verdad que ya sus mejores años pasaron, pero vaya que han escrito una historia digna de salones de la fama, pero no cabe la menor duda de que tanto Díaz el de Stockton, California y Masvidal el de Miami, Florida, desquitaron hasta el último centavo que la gente pagó en la arena y a través del PPV de Fanmio.

Los casi cuarentones guerreros y leyendas de las artes marciales mixtas, pelearon 10 frenéticos rounds de entrega total, sin gran técnica, hay que decirlo, pero con corazón de sobra, al final las tarjetas se inclinaron hacia el mas activo Díaz y no el mas efectivo Masvidal, pero créanme que a todos los que estuvimos en la memorable noche del 6 de Julio en el Honda Center, nos quedó un gratísimo sabor de boca por la entrega total de los veteranos guerreros.

Ojalá Fanmio siga por el buen camino y nunca se olvide del público más importante en el boxeo como lo han hecho otras promotoras, ¡por favor no se olviden del público mexicano!



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