Mañana se cumplen cinco años desde que fui electa por por el Congreso de la Ciudad de México como titular de la institución encargada de la procuración de justicia en esta gran Ciudad. Un año fue al frente de la entonces llamada Procuraduría y cuatro años en la actual Fiscalía General de Justicia.
El precario estado en que encontramos a la institución en cuanto a la baja productividad, vicios arraigados, resistencias al cambio, mala atención a la ciudadanía y carencias estructurales como la atención a la salud mental laboral de nuestros compañeros, aunado a la pandemia del Covid-19, convirtieron en un reto de enormes proporciones llevar a cabo la profunda transformación institucional que consideramos necesaria para beneficio de nuestra gran Ciudad.
Por ello, emprendimos con determinación los cambios ineludibles a nivel organizacional y de procesos, basados en la segmentación de atención a los delitos que nos indicaba el modelo de Fiscalía diseñado por la Comisión Técnica, que se encuentra plasmado en la nueva Ley Orgánica de la Fiscalía.
A cinco años de distancia, puedo decir que en lo que toca a los delitos de alto impacto, que son los que más lastiman a la sociedad, hemos realizado un trabajo a la altura de las circunstancias de un entorno más violento e inseguro que nos fue heredado en gran medida por seis lustros de política neoliberal.
Así puedo informar a ustedes, mis estimados lectores que, de enero 2019 a diciembre 2023, los delitos de alto impacto tuvieron una reducción del 60.29% y el número de órdenes de aprehensión se incrementó en un 94.60%. También, fueron vinculados a proceso más 33 mil imputados.
Por otra parte, en lo que se relaciona con el homicidio doloso en nuestra Ciudad, se tuvo una reducción del 42%; es decir, pasamos de 4 homicidios diarios en enero de 2019, a 2.52 en diciembre de 2023.
A nivel nacional pasamos del lugar 12 en homicidios por cada 100 mil habitantes, al 19 entre 2018 y 2023.
Por lo que se refiere al robo de vehículo con y sin violencia, la reducción fue del 53% y más de 2 mil imputados fueron vinculados a proceso.
Finalmente, las lesiones dolosas por disparo de arma de fuego han disminuido en un 63%.
La reducción de la violencia, en parte importante, es producto del éxito de la estrategia de seguridad. La piedra angular de esta reducción ha sido el combate a la impunidad.
Y no lo decimos nosotros, lo dice el INEGI en su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), donde muestra que en 2018, sólo uno de cada 10 capitalinos decía sentirse seguro; en 5 años, esa cifra se ha quintuplicado.
Estos resultados son producto de una estrategia clara que seguimos sin desvíos y que decidimos asumir desde nuestra autonomía para coordinarnos con el gobierno federal y de la Ciudad de México.
La dimensión de lo logrado, ha sido producto del cambio institucional y al trabajo de nuestros ministerios públicos, policías de investigación y peritos, además del ejército de servidores públicos administrativos que integran lo que hoy es la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
Para mí es un gran orgullo encabezar esta noble institución, tan necesaria para la promoción de la paz en nuestra gran Ciudad.
