En un contexto global marcado por tensiones comerciales y políticas proteccionistas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha demostrado una postura firme pero constructiva frente a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles a productos mexicanos. Esta respuesta no solo refleja la madurez diplomática de México, sino que también subraya su compromiso con la estabilidad económica y la cooperación bilateral, en contraste con las reacciones de otros países que han enfrentado medidas similares.
Desde que Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en 2017, su política comercial se ha caracterizado por la imposición de aranceles a diversos socios comerciales, incluyendo a China, la Unión Europea y Canadá. Estas medidas han generado tensiones y represalias, creando un clima de incertidumbre en el comercio internacional. Sin embargo, México ha optado por un enfoque distinto, priorizando el diálogo y la negociación en lugar de la confrontación.
Ambos países comparten una interdependencia económica profunda, pues México es el segundo mayor socio comercial de Estados Unidos, y el comercio bilateral supera los 600 mil millones de dólares anuales, por lo que cualquier medida arancelaria no solo afectaría a México, sino que por obvias razones también tendría repercusiones negativas para las empresas y consumidores estadounidenses.
Frente a las amenazas, la presidenta Sheinbaum ha adoptado una estrategia basada en el uso de la diplomacia para la defensa de los intereses nacionales. En lugar de responder con medidas unilaterales o retórica agresiva, nuestro gobierno ha buscado fortalecer los mecanismos de diálogo existentes, como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigor en 2020. Este tratado, resultado de años de negociaciones, establece un marco claro para resolver disputas comerciales y garantiza un entorno estable para las inversiones y el comercio.
Además, la presidenta ha destacado la importancia de diversificar las relaciones comerciales de México, reduciendo la dependencia exclusiva del mercado estadounidense. De esta forma, ha impulsado acuerdos con otros países y regiones, como la Unión Europea y Asia-Pacífico, lo que no solo fortalece la posición negociadora de México, sino que también contribuirá a su crecimiento económico a largo plazo.
La postura de México frente a las amenazas arancelarias de Trump contrasta con la de otros países que han optado por medidas de confrontación. China, por ejemplo, respondió a los aranceles estadounidenses con represalias directas, lo que está escalando la situación hacia una guerra comercial, generando con ello incertidumbre en los mercados globales.
En conclusión, la presidenta Sheinbaum ha logrado adoptar una postura constructiva y estratégica frente a las amenazas arancelarias del presidente Donald Trump. Su enfoque no solo está contribuyendo a mantener la estabilidad en la relación bilateral, sino que también está posicionado a México como un actor responsable y pragmático en el escenario internacional.
En un mundo cada vez más polarizado, México ofrece un ejemplo de cómo abordar los desafíos comerciales con patriotismo, madurez y visión de futuro.
Consejera jurídica de la Presidencia
