La temporada electoral por la Presidencia de la República, por la Jefatura de Gobierno de la CDMX y numerosos cargos de elección popular, ha sido el campo de una dispareja contienda entre nuestra Coalición y la alianza del PRI-PAN-PRD.
Se ha hecho evidente con el cuantioso despliegue de recursos que, puestos al servicio de sus candidatas y candidatos tienen la intención de promover montajes tramposos, falsas “verdades”, francas mentiras e insultos en contra nuestra, valiéndose de medios de comunicación afines y costosas campañas masivas de “bots” en las redes, para crear una falsa percepción en las personas.
Estos hechos, innegables para quien busque informarse, muestran una inquietante realidad que, desde el 2006, se ha ido imponiendo en México a fuerza de odio y mala fe. En ellos, se prescinde del decoro que debería tener el debate de ideas y proyectos en la arena política y también del respeto que debe merecer el adversario y la ciudadanía en su conjunto.
Por lo contrario, a falta de ideas o proyecto, la oposición trastoca el debate por gritos, se atrinchera tras mentiras y trata por todos los medios de acallar nuestras voces intentando tercamente torcer la realidad.
Además, tiene a su servicio la mayoría del espectro informativo y sus voceros, que repiten sin pausa los supuestos fracasos del gobierno; y menos democráticamente aún, apuestan porque algunos actores políticos y jurídicos entorpezcan el avance que ha traído al país la 4T.
Yo misma he sido víctima de esa oposición; tuvieron como propósito evitar mi reelección en la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) y de paso, empañar el brillante trabajo de la doctora Claudia Sheinbaum como cabeza del gabinete de seguridad.
Pero hubo más acciones en contra nuestra; una consistió en el caso del feminicida serial al que supuestamente “debimos haber detenido” dos años atrás. Este individuo que operaba de forma esporádica, sin un modus operandi específico y que además no había mostrado conductas violentas, terminó por ser detenido y declarado culpable gracias al trabajo profesional de policías de investigación y peritos de excelencia.
Otra mentira más que la oposición ha difundido, es la supuesta persecución política que la FGJCDMX ha emprendido en contra del candidato del PRIAN al gobierno de la CDMX. La realidad es que las pruebas irrefutables contra el llamado ‘Cartel de la Construcción’ en la alcaldía Benito Juárez, tiene a varios de sus participantes en prisión; además, cuando salí de la Fiscalía había una gran cantidad de indicios contra del mismo candidato.
O el más reciente montaje, donde hace unos días los medios dieron por hecho la existencia de una fosa común y un crematorio entre Tláhuac e Iztapalapa, gracias a la “oportuna presencia” y aviso de una madre buscadora llegada de Sonora y de la repentina aparición en el lugar de un medio de comunicación contrario a la 4T y que tiene como estrella a un reputado creador de montajes tramposos. Al final, peritos de la FGJCDMX, concluyeron que el lugar es un basurero y los huesos son de animales.
Estos montajes y mentiras arbitrarias perjudican la política merecemos. Sólo buscan ocultar el verdadero rostro de los oscuros intereses que los promueven.