El número de mexicanos que no tienen acceso a servicios de salud prácticamente se duplicó en el sexenio anterior. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) que dio a conocer el INEGI en días pasados, en 2024 la cifra se elevó a 44.5 millones de personas que carecen de servicios de salud, cuando en 2018 eran 20.1 millones las personas que se encontraban en esa situación.
Así es, durante los últimos seis años el indicador en materia de salud aumentó un 122 por ciento. Es un dato alarmante, porque representa un retroceso que refleja evidentemente una situación muy delicada que deja desprotegidos a millones de mexicanas y mexicanos.
El dato que más se ha difundido es que en el mismo periodo 13.4 millones de personas salieron de la pobreza, cifra que es resultado de una recuperación del ingreso por los aumentos al salario mínimo y por los programas sociales gubernamentales, pero la realidad es que no se puede hablar de una mejora integral de las y los mexicanos cuando al mismo tiempo se registra que en los mismos seis años se duplicó el número de personas que no cuentan con acceso a servicios de salud.
Además hay que señalar que el anuncio no puede calificarse de histórico. Durante el gobierno del presidente Vicente Fox se alcanzó la cifra de 8.6 millones de personas que salieron de la pobreza extrema.
La pregunta obligada es por qué aumentó de manera tan alarmante el número de personas que no cuentan con afiliación al IMSS o al ISSSTE, que no son atendidas en unidades médicas de la Secretaría de Salud y no cuentan con cobertura médica privada. Estamos hablando que 44.5 millones de mexicanos están por completo desamparados ante cualquier enfermedad.
Los estados donde se concentra el mayor número de población en esta situación son Chiapas, con 63.3% de su población sin acceso a la salud, Puebla con 47.3%, Michoacán con 46.1%, Morelos con 44% y Oaxaca con 43.9%. Estamos hablando del riesgo en que se encuentran sus vidas al no ser atendidos por algún médico. No es un dato menor, son vidas de millones de mexicanos en riesgo, y lo más preocupante, es una cifra que va en aumento.
A esta situación habría que agregar el enorme desabasto que existe de medicinas en el sector salud, algo que todos conocemos porque las marchas y protestas por la ausencia de medicamentos es constante. En la realidad estamos hablando de muchas más personas en situación de riesgo por un sistema de salud que se encuentran en una situación crítica.
Es necesario voltear la atención a esta situación e incluir el tema de salud en la agenda de prioridades que se deben atender.
El derecho a la salud de la población es fundamental y no podemos hablar de éxito en la disminución de pobreza si prácticamente se duplicó la población que carece de servicios de salud, lo que refleja una contradicción en el discurso oficial que difunde únicamente el indicador de pobreza.
El gran reto que se tiene es volver contar con un servicio de salud pública que llegue a los sectores más desprotegidos, porque la realidad es que si bien hay 13 millones menos de pobres, ahora existen 44.5 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud.
Senador de la República y Vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PAN