Está enunciado. Anunciado. Perfilado. Es una intención. Un programa. Un objetivo. Es imparable. Van con todo. Van por todo. Caminan de retorno al Estado de Naturaleza. Dominarán con las garras. Como en la jungla. Con la fuerza.

Estados Unidos se quita la careta. Abandona las formas. Rompe la diplomacia. Pisotea las leyes. Esgrime la violencia. Soslaya la soberanía de los estados nacionales. Atropella la razón. Suprime las libertades.

Para seguir siendo hegemonía. Potencia mundial indiscutible, se apropia de un Continente completo. Por las buenas o por las malas. Usará el comercio. El oro que éste produce, como arma infalible. Temible. Terrible.

Y si con esta no logra doblegar al país en turno para saciar sus apetitos o necesidades, no dudará en apelar a la inconmensurable fuerza militar que detenta.

Los propósitos. Las ambiciones imperialistas están contenidas explícitamente en la Estrategia de Seguridad Nacional que el presidente Donald Trump presentó la semana pasada.

Para que nadie tenga dudas de su Corolario, que implica el dominio económico-militar continental absoluto, Trump lo anunció con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentes en Washington. Por lo que representan sus países, los obligará a que lo acompañen en su aventura de conquista.

Sobre esta, el Imperio Norteamericano apunta a convertirse en el Imperio Americano. Y estará, por la voluntad y las capacidades de Estados Unidos, en manos de quien gobierne esa Nación. Será la herencia y la trascendencia de Donald Trump.

La ruta de concreción de la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos está trazada en 33 páginas. Está focalizada en América Latina. Es el botín que tiene en mente. En la mira, el corsario posmoderno.

Su referente parte de fines de 1823, cuando el presidente James Monroe estableció la Doctrina Monroe, que arrancaba del ideal América para los Americanos.

Este tenía como principal objetivo evitar toda irrupción europea en el Hemisferio Occidental, fuera para recuperar territorios o para colonizar otros. Una concesión general suave, casi altruista. Con un fin particular firme.

En 1904, Theodore Roosevelt amplió esa doctrina con un Corolario que lleva su nombre. Se proponía intervenir en la región para estabilizar-someter a los países que implicaban una amenaza a los intereses de Washington.

Estados Unidos, entre ese año y el fin de la Guerra Fría, aplicó el Corolario Roosevelt para defender las inversiones de sus empresas establecidas en la región y proteger su área de influencia de la URSS, que financiaba levantamientos armados para desgastar a su acérrimo enemigo.

“Después de años de abandono, Estados Unidos reafirmará y hará cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el Hemisferio Occidental y para proteger nuestra patria y nuestro acceso a geografías clave en toda la región. Negaremos a los competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales, en nuestro Hemisferio”, dice la Estrategia de Donald Trump.

Sus competidores no hemisféricos están a la vista: China, Rusia, Corea del Norte e Irán. Venezuela, Cuba y Nicaragua están incluidos. Contra ellos es la lucha. Contra ellos dará la pelea con aliados latinoamericanos voluntarios-obligados.

La entrada en vigor de ese programa, cuyo principio y fin está en la procuración de seguridad-bienestar-opulencia para los estadunidenses, lo cual subyace centralmente en el poder económico, tardó sólo unas horas.

El lunes, el presidente Trump advirtió que si México no paga el agua que debe a su país antes de fin de año, le impondrá aranceles. No dijo mucho más. Es apenas un tanteo. Faltan 20 días para que concluya 2025. Sobre Canadá también se cierne es amenaza.

En esa misma línea de presión-concesión-respuesta de México a sus exigencias, los legisladores han trabajado en la imposición de aranceles a cientos de productos provenientes de países con los que México no tiene tratados comerciales. China es prioridad.

Estados Unidos quiere obstaculizar el paso al acelerado avance. Fortaleza económica. Presencia global creciente del gigante asiático. Obligar a otros países a limitar el intercambio con aranceles altos, es inteligente. No se pelea con quien puede responderle y obtiene lo que desea.

Históricamente, las potencias mundiales se han repartido el mundo. Ahora, Estados Unidos ha decidido servirse solo. A sí mismo. Se apropia de toda América. Toma distancia de otras naciones. Concentra sus fuerzas. Administra sus esfuerzos. Limita gastos y dispersión de recursos. Conseguirá una mayor acumulación. Mantendrá su predominio.

El Destino Manifiesto, visión del periodista John O´Sullivan que predestina a Estados Unidos por Dios a expandirse por todo el Continente para establecer la democracia, la libertad y la civilización, ha llegado con el Corolario Trump.

América toda es. Será de los estadunidenses. Nadie se las disputará. De las trece colonias originarias se convirtieron en los 50 estados que son ahora. Compraron. Invadieron. Arrebataron. Anexionaron. Se expandieron.

Estados Unidos de América será América de los Estados Unidos.

Su naturaleza oligárquica, centrada en la adquisición de riqueza, de dinero, está desbordada. Su insaciabilidad por tener más. Y más. Cada vez más, está fuera de control. Los demás, quienes sean, pagarán y “apagarán” esas ansias. Los débiles irán pode delante.

James Monroe definió lo que su país debía ser. Sería. Es. Será: una potencia. La primera. A cualquier costo. Ninguno de sus sucesores ha abandonado ese deber en 200 años.

Demócratas y republicanos lo han asumido como una filosofía. Una razón, un motivo de ser. Una misión de vida. El Corolario Trump rebasa incluso su propia propuesta de Make América Great Again y la convierte en Make USA Great Forever.

Una obra irreprochable de verdaderos estadistas. Patriotas. Incomparable con la de la bazofia que, con raras excepciones… ha gobernado y desgobierna México.

Línea de Fuego

El terrorismo se define por sus acciones extremadamente violentas. Sorpresivas. Anónimas. Sobra calificarlas de cobardes. Sus resultados son sangrientos. Intimidatorios. Desmovilizadores. Reflejan inseguridad. Incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de los gobernados. La explosión de un coche bomba en Coahuayana, Michoacán, fue una de esas expresiones. Es muy claro dónde estamos… Los esfuerzos que hace Omar García Harfuch con la detención continua de criminales, es loable. Pero reflejan una muy seria ausencia de estrategia. De capturar a los criminales más importantes que se exhiben a diario. Abrazándose. Amigablemente. Sonrientes. Seguros de que tienen la protección del huachicolero de la política nacional y de su sucesora, se ahorraría muchísimo en todos los rubros. Con un golpe contra algunos de ellos, acabaría con los subordinados que tienen. Aunque probablemente no le faltan ganas ni medios, es clarísimo que hasta allá no va a llegar. No se lo permitirán… ¿Cuánto costó a los contribuyentes la concentración pro presidenta del fin de semana? ¿Se creerá la mentira de que “el pueblo” la apoya porque está “feliz” con su gobierno? ¡Qué descaro decir que no se paga por los aplausos!... La encuetas, incluso las que se hacen sobre pedido, muestran una tendencia declinante de Claudia Sheinbaum y Clara Brugada. Por más que quieran maquillar su desempeño con números manipulados, la realidad es infalsificable. Y las alcanzará tarde o temprano… ¿Hay alguna diferencia entre Alejandro Gertz Manero y Ernestina Godoy? Pero ¡claro! Ella es mil veces “mejor”. Lo que eso signifique… “Motivos subyacentes”, llaman en altas esferas a la nueva embestida oficial contra Ricardo Salinas Pliego. Y aun le espera lo peor, advierten… Un acto más de desvergüenza de los tomboleros y acordeoneros, hacer del mamotreto del huachicolero de la política, un “best seller” con el presupuesto público.

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