Asesinaron la democracia. Lo hicieron sin el menor escrúpulo. Sin miramientos. Sin remordimientos.
Son Democraticidas. Democracidas. Democidas.
Con la Constitución, mataron la Constitución. Son constitucionalicidas.
Convirtieron la democracia en una tiranía constitucional.
Legalmente, pero ilegítimamente, son dueños de México. Los veremos actuar de fijo como señores de horca y cuchillo. Ejemplo: Chango León.
Se la creen. Se ufanan de su hazaña. Se sienten inamovibles. Irrelevables. Insustituibles. Eternos.
Embusteros. Demagogos, se asumen como los más demócratas del mundo. Venden a México como el país más democrático del planeta.
Como todos los tiranos en todos los tiempos y lugares, los morenistas están convencidos de que llegaron para nunca irse.
Creyéndose inmortales, cometen el atrevimiento de aventurar el tiempo que permanecerán en el poder.
Mil años, augura la senadora Margarita Valdés.
Cuarenta años, estima el más despreciable y abominable homólogo suyo en la Cámara Alta, que ni siquiera merece ser llamado por su nombre.
La mayoría de ellos son tránsfugas del PRI. En ese partido, aprendieron las peores prácticas de la política.
Con este, les fue de maravilla durante 80 años en dos etapas. Con el número y la letra, transformados, esperan. Sueñan. Trabajan, para que los beneficios, producto de sus aberraciones, se prolonguen ad perpetuam.
El morenismo es el priísmo recargado. Versión 2.0. Pretende ser la edición 1000.0, es decir, un milenio con ellos en el poder. Cero de la oposición.
Aunque no fueran diez siglos. Ni cuatro décadas, como auguran los “legisladores”, su propósito es quedarse el mayor tiempo posible en el usufructo. Disfrute que obtienen de todas las magistraturas.
Las maniobras que hicieron para concretar la reforma electoral es, inequívocamente por lo pronto, una sentencia mortal contra la democracia. Dejará de ser lo que ha sido por un periodo considerable.
Acordeonistas o acordeoneros de la política, inventarán nuevos métodos. Maniobras. Trampas. Trucos, para seguir poniendo en juego el poder en las urnas. Pero quedándoselo todo. Neoporfiristas en pleno Siglo XXI.
Con la concentración de los Tres Poderes. Usurpada la soberanía popular. Desaparecido el Derecho para la mayoría. Canceladas las libertades, el gobierno popular en México ha quedado reducido a simple concepto. Enunciado sin sustancia. Simulación. Farsa.
¿Por cuántos años, realmente?
Nadie puede responder eso ahora. Lo hará el tiempo, en función de las circunstancias. Tendencias. Sucesos. Conductas –con frecuencia incontrolables–, que se vayan presentando.
Y malas. Reprobables. Pésimas son estas en muchos de los más conspicuos integrantes del partido del gobierno. De manera natural. Sistemática. Recurrente, se muestran engreídos. Altaneros. Prepotentes.
Olvidan que la palabra mata. Sin cortapisas la usan cotidianamente contra sí mismos. Desestiman que, así como tuvieron un ascenso meteórico, por sus errores y sus excesos, su derrumbe podría ser estrepitoso.
Quizá piensan que, con base en la verborragia, que vacían por doquier a toda hora con desparpajo y nutren con la mentira. Ofensa. Agresión. Arrogancia, se reafirman a sí mismos y fortalecen a su organización.
Lo que están haciendo es ganarse el desprecio. Desdén. Rechazo social. Que se extiende. Trasmina a todo su organigrama. Avanzan a grandes pasos.
En esa línea de comportamiento, no sería impensable que por la boca se les escapara el poder, del que están enfermos. Que los ha enloquecido en grado sumo.
Cometen el yerro de creer que las personas son ignorantes. Sumisas. Dejadas. Tontas, y que pueden seguir manipulándolas. Engañándolas, a fin de permanecer en todos los puestos públicos.
Empero, lo que pasó en la “elección judicial” y en los comicios locales de Veracruz y Durango el primero de junio, es una clarísima señal de lo contrario respecto de lo que piensan.
El primer evento, que tenía una dimensión nacional, fue un contundente y sonoro fracaso. El escaso porcentaje de votantes y la cantidad de boletas anuladas, es evidencia irrefutable de su derrota.
No importa cómo quieran maquillarla o tratar de alterarla. La designación de sus impartidores de justicia, simulada como elección, fue un acto de desaprobación total. Primer aviso de que no son invencibles.
La justa comicial en esas dos entidades, fue también un indiscutible tropezón para el morenismo que, además, tuvo destinatarios identificables. Inconfundibles.
El golpe fue directo para Andrés Manuel López Beltrán. Andrecito. “Andy”. Principito. Principiante como secretario de Organización de su partido.
En cualquier caso, llámese como se llame, su pequeñez e intrascendencia política son inocultables.
Su padre, AMLO, destructor de las instituciones. De la democracia. De la República y grosero. Grotesco poder tras el trono, también es destinatario del mismo recado: la animadversión contra ellos es patente. Y puede ser creciente.
La colectividad en general, y sus seguidores en particular, les están demostrando con firmeza. Silenciosamente, que son más inteligentes y conscientes de lo que los consideran.
Esas dos armas –inteligencia y conciencia– precisamente, son las que el obradorismo tendrá que enfrentar ineluctablemente. No es improbable que, incluso, eso ocurra en las elecciones intermedias de 2027.
Con certeza, se puede asegurar que los mexicanos poseen una inteligencia notable, más alta de la que se les reconoce hipócritamente desde el micrófono como parte del discurso de reafirmación del vínculo gobernantes-gobernados.
La conciencia es especialmente importante porque es susceptible de formarse colectivamente, dadas determinadas situaciones. Parte de dos premisas fundamentales, capaces de provocar verdaderos cataclismos históricos. Estas son:
1.- Las condiciones materiales de vida, en las que la ciudadanía se ve sometida a extremos de injusticia. Desigualdad. Marginación. Migración. Hambre. Maltrato. Pobreza. México no está exento ni lejos de ese escenario La economía, solamente, tiende a enfrentar más dificultades. Y estas no podrán sobrellevarse con las dádivas que reparte el gobierno.
2.- Esa realidad de las miserias, es un potente catalizador de inconformidad y desesperación. Es un inspirador. Motivador de un vuelco. De unidad. Organización. Movilizan, alimentadas por el ideal de acabar con los factores que han llevado siempre a las revoluciones.
Desechadas teóricamente y en la práctica las armas desde hace varios años como alternativas de cambio, sobre todo en América Latina, la inteligencia y la conciencia quedan intactas. Libres y actuantes para promoverlo.
Históricamente, estas y otros elementos han generado grandes movimientos. Que a los politicastros venales no le interesan y los tiranos invariablemente desdeñan y combaten.
Privilegiadas con las modernas herramientas de la comunicación, especialmente la conciencia, la ciudadanía tendrá pronto la ocasión de expresarse en las urnas y enfrentar al partido del gobierno que, dados los inmensos recursos que tiene, por ahora, parece insuperable e inamovible.
En México, el pueblo está huérfano políticamente. No cuenta con gobernantes que lo protejan ni con partidos que los representen fielmente. Todos le mienten. Lo sabe sobradamente.
Eso, lo ha empujado a tomar conciencia de que únicamente se tiene a sí mismo. Y de que solo y su conciencia, puede y tendrá que hacer lo que nadie más… querrá hacer por él.
Línea de Fuego
Han pasado 20 días y nada se sabe sobre los móviles del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores de máxima confianza de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. Si las investigaciones sobre un caso tan importante van a paso de tortuga, ¿qué se puede esperar de las de simples mortales? Quizá por eso la inseguridad en la capital del país es ahora un problema de primer orden. ¿Será prioridad para atenderlo y resolverlo?... Seguridad, paz y tranquilidad, son preocupación y ocupación permanentes del gobernador Manolo Jiménez Salinas. Por eso, ha destinado más de 100 millones de pesos para modernizar y fortalecer la Fiscalía General de Coahuila. Y por eso, también, el Centro de Evaluación y Control de Confianza fue certificado como uno de los mejores del país... El rechazo de la presidenta Sheinbaum a las redadas en Estados Unidos, al que indiscutiblemente se suma todo mexicano, es bueno. Su respuesta inmediata y contundente a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, de que ella alienta las protestas contra las deportaciones en ese país, también. Ninguna confrontación entre México y su vecino del Norte, en ningún momento, por ningún motivo, debe escalar…Por sorprendente que parezca, Rubén Rocha Moya ¡todavía (des) gobierna Sinaloa!...