a gigantesca bola de nieve que envuelve los problemas más graves y complejos del país, rueda vertiginosamente cuesta abajo. Crece día con día. A cada momento aumenta su velocidad…
Los daños que ha causado ya únicamente en el ámbito de la seguridad son enormes. Intolerables. Los que aún puede producir, son inimaginables. Pueden ser desastrosos.
Sólo el tiempo enseñará lo que esa avalancha habría arrastrado a su paso.
La perspectiva más desalentadora de ese fenómeno es que, quien puede detenerlo. Frenarlo. Atenuarlo. ¡Verlo!, se niega a hacerlo.
La presidenta de la República tiene la capacidad institucional. Formal. Instrumental para evitar. Cortar. Parar los sufrimientos de la sociedad por esa y otras crisis, pero desoye sus clamores.
Su obligación para actuar es inexcusable. Irrenunciable. Inaplazable. No lo hace. No ve. No oye. No piensa. No siente al pueblo.
Puede, pero no quiere. Quizá podría querer, pero no puede. Claudia Sheinbaum es el Poder sin poder. Triste. Lamentable.
Nadie puede hacer algo con el poder que no le es propio. O que tiene prestado. Subordinado. Controlado. Limitado.
Es su caso respecto de Andrés Manuel López Obrador. Todos sus problemas, que son los de México, se reducen a uno. A él. El ex presidente es su camisa de fuerza. Su inmovilizador. Su pesado fardo. Su camino a la perdición. Su ruina.
Mientras no se deshaga de él. En cualquier forma que le permita tener autonomía. Voluntad propia. Decisiones personales. Soberanía sobre sí misma, el país seguirá hundido en los grandes problemas que cada vez se agravan más.
Le estallarán. El pueblo pagará el costo. Ella no saldrá indemne.
La presidenta está faltando a su juramento constitucional de la magistratura. Protestó mirar por el bien del pueblo. Se lo está reclamando. Sólo presta atención a los lineamientos que le marcó y le hace observa su antecesor.
Esa exigencia social por respuestas, que deriva de incontables temas. Conflictos. Pendientes en todas las esferas, apenas ha comenzado. Se equivoca si cree que podrá ignorarla por lo que le falta a su sexenio y que no pasará nada.
Ya está pasando. Muchas cosas desagradables para todos se seguirán viendo. Ya son parte del escenario.
El país está en llamas en muchos puntos. Por incontables problemas. Las movilizaciones en contra de su gobierno son cada día más frecuentes. Numerosas. Visibles. Desinhibidas. No las parará con discursos. Con falacias.
Las condiciones iniciales indispensables para un cambio, están dadas. La pérdida del miedo es el punto de partida. La conciencia moverá a las masas a organizarse. Cohesionarse. Concertar la estrategia de actuación. Presionar.
¿Responderá positivamente a la creciente demanda de todos de frenar la delincuencia, la corrupción, la impunidad? De querer y poder ya lo hubiera hecho.
Concientizado. Unido. Articulado. Decidido. Enfurecido, un pueblo es capaz de hacer temblar a cualquier tirano.
Aquí, nada lo detendrá. No hay fuerza pública capaz de apagar incendios por doquier. Millones de los que están con el morenismo ahora sufren también los estragos de las grandes taras del poder podrido. Corrompido. Envilecido. Descreen de las constantes mentiras en que se sostiene.
La defensa presidencial ante los reprobables hechos que azotan a los mexicanos en todo el territorio, ya no está en los ataques. Las amenazas a quienes critican. Sugieren. Proponen opciones de buena fe. La incapacidad. Interés. Complicidad. Perversidad oficial, están dejando que se pierda el país.
Los recursos que utilizó López, verdadera bomba de tiempo que puso en la silla que le dejó a Sheinbaum, se agotaron. Ya no le sirven a ella. Le están generando reacciones imprevistas. Indeseables. Perniciosas. Desgastantes. Disenso incontenible.
Los abyectos seudoperiodistas a sueldo que le hacen preguntas cómodas para ayudarla a que “dé la nota” a fin de “fijar la agenda nacional”, como dicen pretenciosos, están identificados. Desacreditados. Son sus obsequiosos sirvientes. Todo elogio que le dirigen se le convierte en burla y escarnio.
Sus epígonos. Aplaudidores de algunos medios tradicionales se han vuelto tóxicos con sus desmesuras. Disimulo. Ocultamiento. Manipulación. Desvergüenza.
Los ejercicios de comunicación tempraneros sólo le generan reprobación y desdén. Querer hacer creer una realidad rosa. Feliz. Inexistente. Que sólo ella percibe, únicamente la lleva a ganar mofa. Desprecio. Burlas. Hirientes memes.
Las redes sociales, que su antecesor, López –sin su segundo apellido por razones obvias–, son implacables. A cada instante, miles y miles de personas las utilizan para enderezarle todo tipo de mensajes que contradicen su postura. Discurso. Negligencia. Pasividad ante las múltiples urgencias nacionales.
Las encuestas a modo. A las que su antecesor y ella son tan proclives, se identifican como un burdo instrumento para hacerse pasar por popular en medio de una creciente aversión. La “opinión” infinitesimal de unos miles consultados no representan la de millones de ciudadanos.
Su indiferencia ante la delicada. Ominosa. Amenazante situación. Que pende peligrosamente sobre la sociedad. El país. Sobre ella misma, no hace más que agudizarla. Multiplicar. Radicalizar los grupos de inconformes que surgen por doquier en legítima exigencia por respuesta a sus necesidades.
Negarse a cumplir sus deberes. El más elemental, que es garantizar la seguridad. La vida. Los bienes. Los derechos. Las libertades de sus gobernados, es el peor tósigo que alimenta su pasmosa. Penosa. Fallida. Deficiente gestión.
La potente. Temible bola de nieve que se desliza violentamente, la tiene a ella como su núcleo. La acompaña su nefasto creador. El huachicolero de la política nacional que le dejó el cargo bajo encargo. Que maneja sin pudor a través de ella.
Ese sujeto es el mayor impedimento que tiene para ser quien la ley la obliga a ser. Por eso nada hace en materia de inseguridad, que aterroriza. Preocupa. Asfixia. Desespera a todos los mexicanos en cualquier medida.
Si ha querido. No ha podido. Pudiendo, no ha querido. La terminación de la locura de López de abrazos, no balazos, es una mera simulación.
El envío de remesas de importantes capos a Estados Unidos se dio por órdenes expresas de Trump, como lo han subrayado algunos de sus funcionarios.
La detención de miles de subordinados de estos, con los cuales se están desbordando las cárceles, son pura morralla.
Los verdaderos jefes de los cárteles son visibles. Están a salvo. En posiciones políticas importantes. Siguen ejerciendo la rentable criminalidad en todas sus formas.
La lista de narcogobernantes no se agota en Rubén Rocha, Adán Augusto López, Américo Villarreal, Ramírez Bedolla. Ni en Mario Delgado. Monreal. Salgado. También incluye a algunas damas de poder.
En el tiempo que lleva en el puesto, ha demostrado. Patentizado de varias maneras. En distintas ocasiones, que esa pandilla que le impuso. Protege. Defiende López, es intocable. Los hechos así lo demuestran. La ciudadanía puede constatarlo con frecuencia.
A este momento no existe una sola razón. Un elemento mínimo que permita suponer. Aventurar la idea de que Claudia Sheinbaum puede cambiar su rumbo. Estrategia. Estilo de gobernar.
Con tanto poder en sus manos, no puede hacerlo por el simple hecho de que López la dejó encargada de su obra. De su partido. De “su” país. Su única función es cuidar. Preservar. Recrear lo que le dejó. Lastimoso papel.
Si en vez de asumirse como guardiana de los intereses del pueblo sigue reconociendo a López como su único compromiso. Como su sagrado Señor. Como su glorioso amo, su drama será todavía mayor.
Percibido esto ya claramente, la sociedad sabe que la única salida está en sí misma. Abandonada por quien debería guiarla, sólo se tiene a sí misma. Y sola, contra lo que sea, buscará su salvación. Incluso… a costa de una tragedia.
Línea de Fuego
Manolo Jiménez, gobernador priísta de Coahuila, llevaba un excelente tranco recientemente. El lunes pasado rindió su II Informe y hasta algunos de sus más cercanos colaboradores comentaron que se desinfló y se perdió por su pleito con Ricardo Mejía Berdeja y otros “pecados”. El diputado se la tiene guardada y jurada. Sin ambages, sus “consejeros” son señalados como causantes del difícil. Complicado trance. Por haberle llenado la cabeza de humo. Ilusionándolo con la calentura de que podría ser candidato presidencial. Lástima, era de lo muy poco rescatable del PRI… Javier Saldaña, rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, quiso arrastrarse ante Félix Salgado proponiéndolo para recibir un “homenaje”. La jugada no le salió. El senador de Morena, padre de la gobernadora, Evelyn Salgado, no se quiso exponer. No supera la repulsa derivada de las acusaciones públicas de ser un depredador sexual… “Pasión de ganso”, es la explicación que se está documentando como base de lo que parece todo un fraude con la Miss Universo. La horrenda corona huachicolera, se asegura en fuentes confiables, vía de mientras, habría sido financiada por el huachicolero de la política nacional. A raíz de eso, por lo pronto, el apellido Bosch ha cambiado en las redes por Cash y Trash. Indefendible… Rosa Isela Rodríguez es una buena para nada, según algunos grupos que buscan solución a sus problemas. Se quejan de que todo se le va en “mesas de diálogo”. Y ahora, en absurdas amenazas de judicialización de los movimientos campesinos. Pobre SLP, si su verdadero jefe le regala el gobierno de esa entidad para darle una salida “decorosa” de Gobernación… Eduardo Robledo Rincón, director del Programa Universitario de Gobierno (PUGOB-UNAM), mantiene e intensifica su admirable. Incansable ánimo de impulsar la cultura. En esa vertiente, la institución que dirige y el Centro de Ciencias de la Complejidad, junto con la Coordinación de Humanidades, presentarán al doctor Daniel Innerarity con su obra Una teoría crítica de la Inteligencia Artificial. El evento tendrá lugar en el C3, Circuito Centro Cultural s/n, CU (frente a Universum), el próximo día 28, a las 9:00 horas… Jorge Romero Herrera, líder del PAN, está tan desesperado por la irreversible intrascendencia a la que ha llegado su partido, que afanosamente busca lo que sería una candidatura presidencial de “popularidad y venganza”. No la encontrará…

