Introducción
El Programa Especial para la Productividad y la Competitividad 2025-2030 (PEPC), publicado por la Secretaría de Hacienday Crédito Público (SHCP), el pasado 29 de octubre, se identifica como el eje rector de la política industrial y fomento económico del gobierno mexicano para el sexenio 2025-2030, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum Pardo.
Dicho programa, señala el documento, surge en un contexto de transformación global, marcado por la relocalización de cadenas de suministro (nearshoring), la transición energética y la necesidad de fortalecer la soberanía tecnológica, alimentaria y energética de México. El PEPC se define por su por enfoque integral, con sustento “humanista” y prospectivo, alineado con el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 y el llamado “Plan México”.
Tal programa se presenta efectivamente en una época de redefiniciones donde existe interés expreso de desarrollar industrias de manera local, como lo ha impulsado el gobierno de Donald Trump, con el golpeteo correspondiente al resto del mundo, en el que México no es ajeno a tales pretensiones bajo el argumento de propiciar el desarrollo con sustento en la innovación de manera local con estrategia formuladas desde el mismo gobierno y no por la propia determinación de los mercados (clara influencia de las posturas de Mariana Mazzucato sobre el papel de un “Estado emprendedor” que no solo regule mercados, sino que los “cree”) como se pretendió en gobiernos anteriores tras la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN), así como muchos otros firmados posteriormente.
Las evidencias estadísticas demuestran que si bien se logró diversificar el mercado local junto a un crecimiento relevante del comercio exterior, no logró traducirse en mayores oportunidades de desarrollo industrial cuyas cadenas productivas fueron rotas ante la intensidad de la competencia del exterior, cuyo resultado ha sido un bajo crecimiento generalizado con mayor dependencia de importaciones con excepción del algunos sectores; la falta de generación de empleos formales se agudiza con las escasas capacidades innovadoras que se observan desde la falta de mayor formación de capital humano, así como de inversión productiva que apueste a tecnologías locales o al menos garantice transferencias tecnológicas que involucre capacitación especializada y mayor participación de universidades y de otros entes económicos. El actual gobierno propone la implementación de una política industrial “horizontal” coordinada desde la Secretaría de Economía que involucre actores de los diversos sectores y no solo a unos cuantos, con la finalidad de que el crecimiento económico resulte en un mejor desarrollo para el país.
Objetivos del PEPC 2025-2030
La propuesta del PEPC se planteada con una clara justificación sustentada en cifras económicas del país y de valoraciones en estudios diversos, con lo que establece tres grandes objetivos estratégicos:
1. Impulsar la innovación y soberanía tecnológica, energética y alimentaria
- Meta: Elevar el bienestar de las familias mexicanas mediante el fortalecimiento de capacidades científicas, tecnológicas y productivas propias.
- Enfoque: Incrementar la inversión en ciencia y tecnología, promover la vinculación academia-empresa, y garantizar autosuficiencia en sectores estratégicos.
2. Incrementar el bienestar de los trabajadores
- Meta: Mejorar la capacitación, asignación de la fuerza laboral, condiciones laborales, salud y el equilibrio vida-trabajo, con igualdad sustantiva de género.
- Enfoque: Optimizar la formación y reconversión de habilidades, crear un Sistema Nacional de Cuidados, y reducir la brecha de género en el trabajo y contar con un adecuado sistema de salud.
3. Consolidar políticas para mejorar la capacidad productiva y fortalecer el mercado interno
- Meta: Aumentar el contenido nacional en la producción, fortalecer las cadenas de proveeduría y posicionar a México como actor relevante en las cadenas globales de valor.
- Enfoque: Desarrollar infraestructura, facilitar el acceso a financiamiento para MIPYMES, y promover la digitalización y simplificación regulatoria.
Estrategias y Líneas de Acción del PEPC
El PEPC se compone de 14 estrategias y 101 líneas de acción, entre las que destacan:
Para la innovación y soberanía:
- Fortalecimiento del marco legal y la infraestructura científica, lo que demanda mayor capacidad para promover mayor colaboración con el sector privado.
- Vinculación academia-empresa-sector público, un gran pendiente desde varias décadas.
- Formación y capacitación especializada, con enfoque de género, en donde el tema de competencias laborales a través del CONOCER debe fortalecerse.
- Protección de propiedad intelectual y transferencia tecnológica, como condición necesaria para promover la innovación.
- Producción nacional de vacunas y fortalecimiento de laboratorios, menuda tarea para que BIRMEX y los laboratorios definan pronto las inversiones requeridas.
- Modernización digital del sector público (Nube MX, Llave MX, CURP interoperable, como ya se está promoviendo).
- Promoción de sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.
- Modernización y diversificación de la generación eléctrica, priorizando energías limpias, lo que contrasta con las decisiones del sexenio anterior al limitar inversiones privadas y solo dejar que el gobierno federal sea responsable.
Para el bienestar laboral:
- Optimización de la asignación de la fuerza laboral (educación dual, reconversión de habilidades). El documento demuestra que existe una mala asignación de recursos humanos especializados en carreras “STEM” en los sectores productivos, dado que un bajo porcentaje está orientado a trabajar en donde ha desarrollado sus capacidades.
- Modernización de condiciones laborales (democracia sindical, formalización del empleo).
- Fortalecimiento de servicios de salud (infraestructura, telemedicina, vacunación universal), lo cual es uno de los grandes retos como aquí hemos señalado.
- Creación de un Sistema Nacional de Cuidados, lo que favorecerá a que personas en capacidad de trabajar y contribuir a la economía tengan mayores oportunidades.
- Igualdad de género en el acceso a empleo y formación, condición que debe fortalecerse.
Para la capacidad productiva y mercado interno:
- Desarrollo de cadenas de proveeduría y fortalecimiento de MIPYMES.
- Expansión y modernización de infraestructura logística.
- Simplificación de trámites empresariales y digitalización.
- Mejor acceso a financiamiento (microcréditos digitales, FINTECH).
El reto es mayúsculo en función de la visión que ofrece el programa para el 2030, con la claridad de apoyar a las MIPYMES como principales generadoras de empleo en nuestro país.
Comparación con Programas de gobiernos anteriores
A lo largo de las últimas décadas, la política de impulso al sector productivo y al comercio exterior ha transitado por diferentes modelos y enfoques, reflejando los contextos económicos y las prioridades de cada administración. A continuación, se presenta una tabla comparativa que resume los principales programas de impulso a la industria y comercio exterior, con la consideración que los programas de 1984 al 2000 no promovían como prioridad capacidades innovadoras locales:


● Programa Nacional de Fomento Industrial y Comercio Exterior (PRONAFICE).
● Programa Nacional de Modernización Industrial y del Comercio Exterior (PRONAMICE), Programa de Política Industrial y Comercio Exterior (PROPICE), Programa Especial para la Productividad y la Competitividad 2025-2030 (PEPC).
● STEM (por sus siglas en inglés): personas trabajadoras que tienen formación, habilidades o desempeñan actividades en áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas
¿Como se inserta de la Industria Farmacéutica y de Dispositivos Médicos en el PEPC?
1. Reconocimiento como sector estratégico
El PEPC identifica explícitamente a la industria farmacéutica y de dispositivos médicos como un sector prioritario para la soberanía tecnológica y la seguridad nacional. Esto se refleja en varias líneas de acción:
● Producción nacional de vacunas: El programa busca reducir la dependencia de importaciones mediante el fortalecimiento de la capacidad de manufactura local, tanto de vacunas como de insumos médicos críticos.
● Fortalecimiento de laboratorios: Se promueve la modernización y expansión de la infraestructura de laboratorios públicos y privados, para investigación, desarrollo y certificación de medicamentos y dispositivos.
● Impulso a la biotecnología: El PEPC fomenta la investigación y desarrollo en biotecnología, con incentivos para la transferencia tecnológica y protección de la propiedad intelectual.
2. Vinculación academia-industria
El PEPC enfatiza la necesidad de cerrar la brecha entre la investigación científica y necesidades del sector productivo. Para la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, esto implica:
● Programas de formación y capacitación especializada en áreas STEM y de salud.
● Fomento a la innovación colaborativa entre universidades, centros de investigación y empresas.
● Apoyo a la certificación internacional y cumplimiento de normas regulatorias para facilitar la exportación.
3. Digitalización y telemedicina
El PEPC incluye la modernización digital del sector salud, promoviendo la adopción de tecnologías de la información en la gestión hospitalaria, la telemedicina y la trazabilidad de medicamentos y dispositivos.
4. Compras públicas y mercado interno
El programa establece: que al menos 50% de las compras públicas sean de producción nacional, ello, representa una oportunidad directa para la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, incentivando la producción local e integración de PYMES proveedoras.
5. Sostenibilidad y resiliencia
Se promueve la adopción de prácticas sostenibles en la producción y distribución de medicamentos y dispositivos, así como la resiliencia de las cadenas de suministro ante crisis sanitarias o geopolíticas.
Conclusiones
El PEPC 2025-2030 marca un cambio de paradigma en la política industrial mexicana, al priorizar la innovación, la soberanía tecnológica y bienestar social, en contraste con los enfoques de apertura y competitividad internacional de las décadas anteriores. La industria farmacéutica y de dispositivos médicos se inserta en el PEPC como un sector estratégico, con políticas específicas para fortalecer la producción nacional, fomentar la innovación y garantizar la seguridad sanitaria del país.
La experiencia de los programas anteriores muestra que la apertura y la integración global, sin políticas activas de desarrollo tecnológico y fortalecimiento del mercado interno, han limitado el valor agregado y la resiliencia de la economía mexicana. El PEPC busca corregir estas deficiencias, apostando por un modelo más equilibrado, incluyente y sostenible, donde la salud y la tecnología ocupan un lugar central en la agenda de desarrollo nacional.
La renegociación del T-MEC en un ambiente de incertidumbre deberá motivar al trabajo conjunto entre el sector público con el privado, de lo contrario, estaremos nuevamente hablando de sueño guajiros.
Referencias:
● Documento “EVOLUCION PROGRAMAS 1984-2030_COMP3TITIVIDAD_PRODUCTIVIDAD”
● Resumen PEPC 2025-2030 y análisis comparativo de programas históricos
● Diagnóstico y estrategias sectoriales del PEPC 2025-2030
Nota: El éxito del PEPC dependerá de la coordinación interinstitucional, la asignación eficiente de recursos, la participación de todos los sectores y el seguimiento riguroso de los indicadores y metas establecidos. Para la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, el PEPC representa una oportunidad histórica para consolidar la soberanía sanitaria y tecnológica de México.

