El pasado 26 de junio, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó el estudio “Análisis de Competitividad en Cadenas Globales de Valor Estratégicas para México” para varios sectores productivos en las instalaciones de la Secretaría de Economía (SE). Entre dichos rubros, destaca la industria farmacéutica, documento que revela que México tiene las condiciones para convertirse en potencia regional, sin embargo, también refiere que enfrenta desafíos estructurales que requieren decisiones la creación de políticas públicas puntuales. En dicha presentación se dio el espacio para el diálogo público-privado con funcionarios de la SE, investigadoras del BID, así como ejecutivos del sector farmacéutico. En la conversación se exploró el potencial y retos que le llevan a definir su futuro en próximos años.
La Paradoja del Éxito Limitado
Según el documento del BID, en México se vive una paradoja en su industria farmacéutica, pues ha logrado escalar de manera importante en exportaciones en volumen mejorando su rankeo a nivel mundial, aunque en términos de valor muestra poco avance.
Esta aparente contradicción de exportar gran cantidad de productos es por el bajo valor agregado, mientras importa componentes costosos y tecnológicamente avanzados. Los números presentados señalan que México exporta mil 500 millones de dólares anuales, con una tasa de crecimiento varias veces mayor al promedio mundial desde 2016, es decir, aun posee un amplio potencial. Esta brecha entre volumen y valor expone la dependencia estructural de ingredientes farmacéuticos activos (APIs por sus siglas en inglés) importados, principalmente de China (35% del valor, 68% del volumen) y Estados Unidos (38% del valor). La industria mexicana se ha especializado en ser el "maquilador farmacéutico" de América del Norte de medicamentos genéricos con componentes importados que re-exporta principalmente a Estados Unidos (62% del volumen). Es una estrategia que ha generado empleo y divisas, pero que mantiene al país en los eslabones de menor valor de la cadena global. En el particular punto de vista de quien escribe estas líneas, la orientación del estudio es comprender las fortalezas y retos de esta industria local para insertarse en la tendencia de “nearshoring” en relación con Estados Unidos en su potencial para ser proveedor, a reserva de explorar oportunidades en otros lares del mundo en un entorno complicado por políticas nacionalistas que están ocurriendo con repercusiones en el desempeño económico en general.
¿Y el mercado interno?
Un tema faltante en dicho estudio refiere al abastecimiento del mercado interno, pues con cifras de INEFAM se estima que 70% de medicamentos consumidos se producen de manera local y no es ajeno al reto de la dependencia de los APIs como se planteó en líneas anteriores, y ello, muestra otro perfil de otra realidad compleja, se trata de una autosuficiencia farmacéutica endeble. En este espacio se ha hecho manifiesto la complejidad del mercado interno, particularmente con el sector público de salud, donde la participación de empresas nacionales se ha visto afectada por la irregularidad de la compra pública de medicamentos y por las intentonas del gobierno federal de promover la compra de productos de empresas que no tienen representación local sin revisión exhaustiva de la calidad y eficacia de sus medicamentos, han sido factores que las han empujado paradójicamente a la exportación como estrategia de diversificar ingresos y hacer frente a los elevados costos de producción.
El gran hallazgo es que ese crecimiento de las exportaciones ocurre gracias a la calidad de los productos y confirma la capacidad productiva que se mantiene en continuas inversiones en maquinaria y equipo con innovación tecnológica.
A pesar de ello, el mercado interno se mantiene fragmentado y que si bien los medicamentos genéricos de bajo costo han ganado terreno, genera presión a las empresas nacionales para hacer frente a mayor competencia con márgenes bajos que pueden significar serias limitaciones en próximos años donde políticas de salud y de carácter industrial requieren definir prioridades e incentivos para promover mejores de condiciones de salud entre la población con bienes terapéuticos necesarios donde la oferta local sin duda podrá cumplir tanto en producción como en innovación. Será de consideración del BID hacer el apartado correspondiente sobre la dinámica del mercado interno.
Los Cuellos de Botella Regulatorios: Más que un Problema Técnico
Según el estudio, hay un rezago relevante de solicitudes pendientes en COFEPRIS que no es solo un problema administrativo, “sino es un síntoma de la falta de visión del papel estratégico de ese órgano regulador del sector para dotarle de mayores recursos financieros, humanos y tecnológicos y resuelva de manera más ágil”, precisa el documento; aunque también la industria tiene la responsabilidad de recoger avisos y notificaciones que dicho organismo emite para eficientar los trámites burocráticos.
Los últimos cambios en las políticas de este órgano apuntan hacia esa mejora, pero con limitada capacidad presupuestal. En contraste países como India y China sus capacidades regulatorias son ágiles y facilitan la inserción de los distintos momentos de suministro y producción a las cadenas globales.
El estudio demuestra que México tiene procesos burocráticos que desincentivan la inversión y ralentizan la innovación. Consideramos que esta situación genera un círculo vicioso: las empresas invierten menos debido a la incertidumbre regulatoria, lo que reduce la presión política para mejorar el sistema.
La complejidad regulatoria también refleja la ausencia de una política farmacéutica nacional coherente. Diferentes agencias (Secretarías de Economía, de Salud y Hacienda, así como COFEPRIS) operan con objetivos no siempre alineados, creando un entorno de incertidumbre que las empresas resuelven limitando sus inversiones a operaciones de bajo riesgo y menor valor agregado. El Plan Nacional de Desarrollo y particularmente el decreto presidencial que promueve inversiones de esta industria para fines de la compra pública, marcan la urgencia de la coordinación y plan conjunto. ¿Lo harán?
El Diálogo Público-Privado: Entre el Consenso y la Realidad
El espacio de diálogo referido reveló un consenso aparente entre actores públicos y privados sobre la necesidad de transformar el sector, pero también expuso las tensiones subyacentes. El caso de la importancia del respeto a la propiedad intelectual, un tema sensible en un país donde el acceso a medicamentos enfrenta presiones de costos del sector público de salud. Las compras públicas son relevantes para un número importante de empresas pues determinan en gran medida su actividad productiva, por lo que sus problemas estructurales (demoras en pagos, procesos de licitación opacos, falta de transparencia) son una debilidad que afecta a toda la cadena de suministro. La propuesta planteada es crear una mesa interinstitucional coordinada suena razonable, pero en México hay un historial de crear múltiples instancias que no necesariamente han sido eficientes. Sin duda, existe voluntad política actualmente para tomar decisiones difíciles sobre incentivos fiscales, inversión en infraestructura y reforma regulatoria y podrá contribuir críticamente si se lleva a la creación de políticas accionables.
El Modelo Indio: ¿Replicable o Inalcanzable?
Las recomendaciones del estudio incluyen inspirarse en el modelo de India para desarrollar parques industriales farmacéuticos especializados. Sin embargo, este benchmarking puede ser problemático. India desarrolló su industria farmacéutica durante décadas de proteccionismo que permitió el desarrollo de capacidades tecnológicas antes de abrirse a la competencia global. México, integrado al T-MEC (antes TLCAN) desde 1994, ha seguido una trayectoria diferente basada en la atracción de inversión extranjera. La propuesta de incentivos fiscales del 20% para biológicos y genéricos complejos enfrenta restricciones presupuestarias en un contexto de política fiscal restrictiva.
Además, la experiencia mexicana con incentivos sectoriales ha sido mixta, con programas que a menudo benefician más a empresas establecidas que a nuevos emprendimientos innovadores. El desarrollo de capacidades en biotecnológicos y moléculas innovadoras requiere inversiones significativas en investigación y desarrollo, algo que históricamente ha sido débil en el ecosistema mexicano. La colaboración academia-industria, aunque mencionada frecuentemente, enfrenta obstáculos culturales e institucionales que van más allá de los incentivos económicos.
Los Riesgos del Optimismo Exportador
El crecimiento exponencial de las exportaciones farmacéuticas mexicanas genera optimismo, pero también esconde riesgos. La concentración en Estados Unidos como destino principal (62% del volumen) crea una vulnerabilidad geopolítica similar a la experimentada en otros sectores. Cambios en políticas comerciales estadounidenses o fortalecimiento de otros proveedores podrían afectar significativamente al sector mexicano.
Cabe precisar que la competencia de países asiáticos en genéricos de bajo margen es estructural y se intensificará. China e India tienen ventajas en costos de producción y acceso a materias primas que México difícilmente puede igualar.
La estrategia mexicana debe basarse necesariamente en ventajas diferentes: proximidad geográfica, calidad regulatoria y capacidades especializadas. El nearshoring farmacéutico que algunos analistas celebran puede ser temporal si no se acompaña de inversiones reales en capacidades tecnológicas. Las empresas pueden relocalizarse tan rápidamente como llegaron si otros destinos ofrecen mejores condiciones o si cambian las dinámicas geopolíticas globales.
Infraestructura: El Elefante en la Habitación
El estudio identifica deficiencias en infraestructura eléctrica e hídrica como limitantes, pero subestima la magnitud del problema. La incertidumbre en el sector energético mexicano, exacerbada por cambios en políticas de energías renovables, afecta directamente las decisiones de inversión de empresas farmacéuticas que requieren suministro confiable y limpio. Más de la mitad de las empresas perciben deterioro en seguridad, un factor que incrementa costos operativos de manera no cuantificada en el estudio.
Esta situación es particularmente grave para una industria que maneja productos de alto valor y precursores químicos controlados. Los costos de seguridad privada y seguros especializados pueden erosionar las ventajas competitivas de costos que México ofrece.
La burocracia para permisos de extracción de agua y otros trámites refleja un problema más amplio de gobernanza que afecta la competitividad. Mientras otros países agilizan procesos para atraer inversión farmacéutica, México mantiene procedimientos que pueden tomar meses o años.
El Camino Hacia Adelante: Realismo Estratégico
El potencial de México en la industria farmacéutica es real, pero su materialización requiere decisiones políticas difíciles y sostenidas en el tiempo. La experiencia de otros sectores manufactureros mexicanos sugiere que el país puede escalar en cadenas de valor, pero solo con políticas consistentes e inversión sostenida en capacidades.
La propuesta de desarrollar una estrategia nacional integrada es correcta, pero debe ir acompañada de recursos presupuestarios específicos y metas cuantificables. Sin mecanismos de rendición de cuentas y evaluación periódica, existe el riesgo de que se convierta en otro documento de buenas intenciones sin impacto práctico.
El fortalecimiento de la producción local de APIs es estratégicamente correcto, pero requiere inversiones significativas en capacidades químicas especializadas. México tiene una base industrial química, pero escalarla hacia productos farmacéuticos de alta pureza demanda tecnología y conocimiento especializado que toma años desarrollar. La digitalización de procesos regulatorios en COFEPRIS no es solo una mejora administrativa; es una condición necesaria para que México compita efectivamente en un sector donde la velocidad de aprobación de productos puede determinar el éxito comercial.
Conclusión: La Ventana de Oportunidad
México enfrenta una ventana de oportunidad histórica en la industria farmacéutica, impulsada por tendencias de nearshoring, crecimiento del mercado latinoamericano y capacidades manufactureras consolidadas. Sin embargo, esta ventana no permanecerá abierta indefinidamente. El diálogo del 26 de junio mostró consenso en el diagnóstico, pero la implementación de soluciones requiere voluntad política que trascienda cambios de administración. La industria farmacéutica se desarrolla en horizontes de décadas, no de sexenios. El éxito requerirá equilibrar la atracción de inversión extranjera con el desarrollo de capacidades nacionales, mejorar la eficiencia regulatoria sin sacrificar estándares de calidad, y promover la innovación mientras se mantiene el acceso a medicamentos. Son equilibrios complejos que definen la diferencia entre países que logran insertarse exitosamente en cadenas globales de valor y aquellos que permanecen como ensambladores de bajo valor agregado. La industria farmacéutica mexicana está en una encrucijada. El camino hacia la competitividad global está identificado; resta recorrerlo con la determinación y consistencia que demanda la transformación de sectores estratégicos.
Director General del Instituto Farmacéutico (INEFAM)