El antídoto contra la desesperación es la acción.
- Joan Baez.
México tiene retos muy urgentes que debe combatir como la enorme violencia, la falta de agua, salarios que no alcanzan y una terrible falta de acceso a atención médica y medicamentos. Podemos aprovechar el increíble potencial de la inteligencia artificial (IA) para enfrentarlos.
Ejemplifico el espectacular potencial de la IA: En sólo un mes, el valor de las acciones de Nvidia, Microsoft, Apple y Alphabet subió 1.4 billones de dólares, es equivalente al PIB de México, a lo que producimos todos los mexicanos durante un largo año, pero en tan sólo un mes y por tan sólo cuatro empresas. Nunca algo había generado tanto valor al mercado en tan poco tiempo.
La IA tiene grandes riesgos, pero también grandes oportunidades de mejorar nuestra vida. Investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) y del Hospital General de Massachusetts desarrollaron una IA que detecta cáncer de mama 5 años antes de lo que suelen hacerlo los especialistas, la detección temprana es la clave para superar el cáncer.
Otra IA ha devuelto la capacidad de comunicarse en español e inglés a pacientes que la habían perdido tras un accidente cerebrovascular. Otra IA desarrolló un fármaco contra el cáncer de hígado en un mes, algo que nos hubiera llevado varios años. Una IA más predice la supervivencia al cáncer con un 80% de precisión y también hay IA’s que han mejorado el rendimiento escolar en un programa piloto del Inspired Education Group, 9 de cada 10 estudiantes que la usaron sintieron que su aprendizaje y progresión habían mejorado.
Por ello no sorprende que PwC predice que la tecnología de IA podría contribuir con 15.7 billones de dólares adicionales a la economía mundial para 2030, esto es más de 10 veces lo que producimos todos los mexicanos durante todo 2023.
No obstante, debemos actuar para combatir las graves amenazas que traen las nuevas tecnologías. Una de ellas es la polarización social, pues los algoritmos de las redes sociales nos están encerrando en burbujas, nos muestran contenido con el que estamos previamente de acuerdo, que nos emocionan, nos enganchan y nos hacen creer con más pasión y ceguera lo que queremos creer, alejándonos los unos de los otros, aumentando la intolerancia y el rechazo hacia nuestros semejantes.
Una reciente investigación que fue publicada en Patterns expuso cómo se usan frecuentemente algunos modelos de IA para presentar información falsa a los usuarios de forma deliberada, por eso hay que tener cuidado y no asumir que la información que nos exponen las IA, como las que conversan con los usuarios, es verídica solo porque la presentan muy bien.
Recientemente también se expuso en WIRED como un grupo de personas usan IA para cambiar su rostro y voz en tiempo real y así hacer fraudes mucho más complejos y lograr engañar con mayor facilidad a sus víctimas. Según el FBI, las estafas de romance generaron pérdidas de más de 650 millones de dólares el año pasado.
El riesgo que más me preocupa es la desigualdad. La IA va a aumentar mucho las capacidades de unos humanos, los que no tengan acceso a ella, no sepan cómo o no quieran aprovecharla, quedarán sumamente rezagados y esto puede generar graves conflictos sociales.
En los siguientes 10 años veremos un avance más grande que el que experimentamos en los últimos 100 años. Esta revolución tecnológica está apenas comenzando, estamos a buen tiempo de evitar que dispare a niveles nunca antes vistos la desigualdad.
Si hacemos bien la tarea, el progreso tecnológico nos puede ayudar a que los mexicanos tengamos mucho mejores salarios, empleos que nos hagan sentir mucho más plenos y orgullosos de nosotros mismos, tener agua y electricidad para todos, y hasta reducir la violencia que hay en México. Pero no hay tiempo que perder, el antídoto contra la desesperación es la acción.