Porque no hay fecha ni plazo que no se cumpla, pero bueno, en México les vale ma... eso de las fechas. Cuando todo el mundo del futbol está de vacaciones, nuestra amada y jocosa Liga MX inicia sus aventuras con tres jornadas antes de un parón veraniego para ir todos al shopping en Estados Unidos y competir en la Leagues Cup, que promete ser el torneo del futuro y servirá para que muchos completen su equipo.
Por ende, muchos —aunque no lo reconozcan— saben que van a iniciar de manera única y peculiar un torneo que estará corriendo de forma natural al menos hasta la Jornada 6 o 7, en el mes de septiembre.
Espero me equivoque y que el profesionalismo, la entrega de todos los futbolistas y directores técnicos sea al 100% desde este fin de semana, y no escuchemos a mediano plazo los pretextos y justificaciones absurdas del arranque del torneo.
Mención aparte, cómo —de nueva cuenta— la Liga le hace un guiño al América, acomodándole el inicio del torneo más fácil de todos.
A sabiendas de su crisis existencial, ante la dolorosa eliminación por su odiado rival, que lo dejó llorando y traumado en su casa en las semifinales, y la mala gestión para tener un proyecto con un DT que haya trabajado la pretemporada, podrá navegar en casa la visita de Juárez y luego jugar con Gallos, para tratar de ir sanando las heridas tan profundas que le dejó el Rebaño.
Otra es para las ganas que tengo de ver a los Pumas del Turco Mohamed, la gran incógnita del Tuca Ferretti ya al 100% al frente de Cruz Azul, de los Rayados del espectacular Tano Ortiz, el verdadero “último baile” de los Tigres de Gignac, el reacomodo de Miguel Herrera con los Xolos, La Fiera de Larcamón, los nuevos Tuzos de Almada, la obligación de Ambriz por sacar campeón a Toluca y saber hasta dónde llegará la inercia de las Chivas de Hierro y el Hijo de la Guerra Paunovic.
Estoy ansioso de que inicie un nuevo torneo en nuestro futbol mexicano, aunque lo tenga que ver a la distancia en las plataformas digitales, porque apenas me iré a veranear.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A los días en donde decimos: ¡Qué comience la fiesta!