Tranquilos, no me subiré al avión del meme del nuevo aeropuerto; eso sí, ¿qué onda con tanto clasismo y denostación? Sabía que tenemos un país dividido, pero generar ideas constantes a las personas que no han tenido las mismas oportunidades, se me hizo patético, más allá del partidismo y la preferencia política.

Pero bueno. La verdad es que me gustaría tocar un tema que realmente me ha dejado pensando mucho desde el domingo en el estadio Jalisco. Tuve la fortuna de estar en los dos grandes clásicos regionales de nuestro país, sentir al Volcán y al Jalisco en estos partidos tan pasionales, es una dicha de mi trabajo.

Además, ser parte de la historia de un estadio en que para entrar por fin pide a todos sus asistentes el Fan ID. Fue catártico, más por los momentos que vivimos.

Pero quiero detenerme en la cancha del clásico tapatío. Ningún partido se juega con esa intensidad en este país, con ese amor a los colores y el orgullo tan poderoso que hay para salir a ganar. Además, con la oportunidad de por fin jugarlo con el Atlas campeón , fue especial.

Con todo ese contexto, la calentura del partido fue subiendo, se armó un primer conato de bronca, que generó un expulsado por equipo. De ahí, la gente se metió duro con Macías y él respondió contando las estrellas del escudo. De ahí, Quiñones —al hacer el agónico y frenético gol del empate— fue con la playera a enseñarla a la banca de las Chivas y darle un par de mensajes, que le generaron la expulsión. El Chapito Sánchez se levantó a enseñar su tatuaje de las Chivas.

Escenario típico de un partido que, en la cancha, todos los que lo juegan, lo sienten, lo vibran.

Es cierto que estamos en días muy delicados y complejos con el tema de la violencia, pero ojalá no pidamos olvidar parte de la esencia de la cancha, la que hace que el futbol sea un deporte muy pasional, de contacto y festejos. No responsabilicemos a los jugadores que se entregan y dan todo por sus colores, porque varios inadaptados lo confundan y se den de trompadas en la tribuna. Por eso ayudará el Fan ID, para detectar y sacar a los que no se sepan comportar, pero —por favor— no matemos la pasión y la adrenalina de un deporte que se vive con esa intensidad, y más cuando hay una gran rivalidad deportiva en el campo.

¡Bienvenidos, bienvenidos!

A un día que nos regaló otra gran edición del clásico tapatío.

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