Después de una noche poderosa en el mundo rojiblanco, y mientras los americanistas se siguen preguntando qué pasó, es momento de ponerle hielo a la situación.
Es cierto que la semana arrancó muy fuerte informativamente hablando, pero es necesario entender las razones de que el Guadalajara vuelva a jugar una final:
1.— La principal es el cambio de gestión de Fernando Hierro, para darle un voto de confianza a un DT que no estaba intoxicado en el ambiente del Guadalajara, que llevaba muchos años atorado con el tema de Matías Almeyda y el manoseo de cuerpos técnicos que no creían en el proyecto de puros mexicanos, como el mismo Vucetich. Paunovic le recordó al jugador de Chivas que valía la pena pelear por estos colores.
2.— La buena gestión de futbolistas, porque aunque se carece de un ‘9’ matón, Vega se lesionó y no ha aparecido en la Liguilla, así como el Pocho Guzmán, se consiguió que la batalla interna por los puestos generara una alta competencia; para muestra, el tema de Mozo, el Pollo Briseño, el Nene Beltrán, el Oso González, Chiquete Orozco, Tiba Sepúlveda y hasta el mismo Piojo Alvarado.
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3.— Dejar los escándalos, disciplinar a la plantilla, lograr que los festivos futbolistas cerraran filas, que no se expusieran demasiado. Se ha logrado unión en el grupo y eso fortaleció los momentos de crisis, como fue la derrota en el Clásico Nacional, que proyectó un mejor manejo para los juegos de vuelta ante Atlas y América; ambos, tras perder la ida 1-0.
4.— La conexión con la afición. Dejaron a un lado los mensajes de propagando estilo Ricardo Peláez y eso hizo que el chivahermano volviera a creer.
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No es mentira, porque usted que me está leyendo en cualquier ciudad del país, la semana pasada vio cómo se empezó con playeras. gorras, mensajes, videos, llamadas de la gigante comunidad rojiblanca.
Será una semana especial. El jueves podremos explayarnos en lo que será una final contra el equipo de la década. Será un agasajo que sea contra el equipo al que le ganó un título muy polémico, un plantel que presume que Tigres nunca le ha ganado en seis juegos de Liguilla. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A la locura rojiblanca.
