Se lee fuerte, pero así se le llamó por un rato a la MLS cuando nos referíamos a la Liga de nuestros vecinos del norte.
La idea de que las figuras sólo llegaban a Estados Unidos a retirarse, tanto mexicanas como algunas internacionales, permeaba esa idea de ser un futbol que sólo atraía a los jugadores en su etapa final de carrera.
Con el paso del tiempo, las cosas han cambiado y hemos expuesto en este espacio lo mucho que ha crecido el futbol de nuestro gran aliado.
Después de toda la fiesta que se armó en Los Ángeles y con ese fabuloso juego y skills de estrellas contra estrellas de las Ligas, se empezó a provocar una reflexión que el domingo terminó por detonar en la transmisión del Toluca vs Pumas , cuando Luis Castillo y Agustín Martínez (director de mediotiempo.com) exponían que los mejores elementos en la cancha de cada equipo superaban los 36 años de edad; obvio, gracias a la calidad de Rubens Sambueza y Alfredo Talavera , jugadores de 37 y 38 años de edad, respectivamente.
Esto nos obligó a ver que Guillermo Ochoa , en el América como símbolo —con 36 años de edad—, José de Jesús Corona en La Máquina con 40 años, en Chivas Jesús Molina con 33 y hasta lo que intentaron con Oribe Peralta , ya de 38 años, pasando por la gran figura de nuestra Liga MX, en Tigres, el francés André-Pierre Gignac de 35, y en León con el Chapo Montes de casi la misma edad, la bomba de Rayados con Héctor Moreno de 33 y el traspaso de Miguel Layún al Ame, ejemplifican aún más esta idea; incluso, Ismael Sosa en los Tuzos y Julio Furch en Atlas.
Todo esto nos da como resultado una Liga en la que el espectáculo —en gran medida— corre a cargo de jugadores veteranos, muy veteranos. Muchos de ellos más cerca del retiro que de algo más poderoso y ¡ojo! no los estoy retirando (a Peralta sí).
Ustedes, respetables lectores, ¿piensan lo mismo sobre que nuestra amada Liga MX se puede convertir en lo que decíamos de la MLS: El cementerio de futbolistas?
¡Bienvenidos, bienvenidos!
A una reflexión que podría ayudar a entender también el rendimiento semana a semana en nuestros estadios.