La semana que mueve mucho la agenda de los medios de comunicación, gracias al enfrentamiento más atractivo que tiene nuestro país, nos lleva a un juego con mucha presión para el Rebaño, que suma dos derrotas seguidas (contra Santos y Monterrey), además de que lleva cuatro años de no ganarle un juego de Liga al odiado rival.
Es cierto que se cuenta con ese colchón de que las últimas dos veces que se han enfrentado en Liguilla —tanto en semifinales del año pasado, como en los cuartos de final del primer torneo que se realizó durante pandemia— el Guadalajara los eliminó, provocando los fracasos y salidas de Miguel Herrera y Fernando Ortiz.
Sin embargo, el equipo de Veljko Paunovic está obligado a salir a proponer y buscar el juego.
En las últimas ediciones, las Chivas solían llegar como víctimas, acorde a sus puntos y malos torneos del pasado reciente, pero —ahora— el proyecto tapatío se asume como candidato al título.
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De ahí, que tenga que mandar un mensaje poderoso para que se le tome en serio al equipo de puros mexicanos.
Del otro lado, el América ha gozado de una superioridad constante —en los últimos años— en todos sus clásicos, sólo que ahora pasa por más dudas que certezas, sobre todo a la defensiva y con la carga emocional de respaldar el joven proyecto de André Jardine, quien además fue operado anteayer de urgencia por una apendicitis y no podrá estar en el banquillo.
Es obvio que el poderío ofensivo azulcrema, y más con la llegada de Julián Quiñones, es el gran candidato a pasarle por encima al equipo rojiblanco, pero ante el factor del juego en el que puede ser endeble en las áreas —pese a la falta de gol del Rebaño— puede ayudarle, aunque tendrá que jugarse en el mediocampo, con la misma pasión y enjundia que se logró en la última semifinal.
Debe ser un juego abierto y agradable, muy similar al pasado Clásico Joven.
Sin claro favorito, pero con la oportunidad gigante para que las Chivas levanten la mano y se quiten la mala racha en Liga ante el odiado rival.
Así que, como siempre, que corran las apuestas y se disfrute en la fecha más mexicana, en la conmemoración del inicio de nuestra Guerra de Independencia, el juego más popular entre los dos grandes de este país, para disfrutar en familia, con los amigos.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al Clásico Nacional 250.