Y créanme que no es un título amarillista o esperanzador, es la bondad de un sistema competitivo que invita a la mayoría de los participantes a tener ilusiones y probabilidades, a pocas semanas del final del torneo.
La búsqueda de milagros existen en nuestras canchas. A falta de cuatro fechas, 12 puntos por jugarse, hay ocho franquicias buscando dos boletos.
Es cierto que el debate eterno de la mediocridad va de la mano, que se debería tener la capacidad cultural de saber competir y no, como acostumbramos en la escuela, estudiar al último día para pasar el examen. Es una dolorosa realidad, pero que permite emociones en la mayoría de las plazas, a diferencia de cualquier torneo futbolero en el mundo.
En México, después del desmadre que traen las Chivas , donde apenas ganaron su primer juego fuera de casa y fueron goleados en el Clásico Nacional, hoy sus aficionados y las matemáticas de la Liga MX nos dicen que el Rebaño puede clasificar a la Liguilla.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A esos días donde todos sacarán sus calculadoras para sumar y restar. Chivas tendrá que ganarle a Xolos, Querétaro y Veracruz en casa, además a Toluca en casa del Diablo, algo que es posible. ¿Lo lograrán?
